Tengo Anemia, ¿qué necesito saber?
Antes de dar un tratamiento, lo primero es conocer el tipo de Anemia, así como analizar si se deriva de alguna enfermedad o inflamación.
Además de la falta de hierro, existen otros factores que pueden influir como la edad, antecedentes familiares (en caso de Anemia Mediterránea), hábitos o estilos de vida como el veganismo, ya que, si hay déficit de vitamina B12 o ácido fólico incrementa el riesgo de padecer Anemia.
Otras causas se derivan por procesos inflamatorios o Enfermedades Autoinmunes como:
- Lupus
- Artritis Reumatoide
- VIH/SIDA
- Enfermedad de Crohn o Colitis Severa
- Diabetes tipo 2
Al igual tratamientos como la Quimioterapia en el caso de pacientes con Cáncer.
¿Cómo se diagnostica la Anemia?
Los estudios que el especialista le mandará al paciente pueden ser Hemograma General, Hemograma de recuento de plaquetas, Biometría Hemática y dependiendo el índice de volumen corpuscular, se distingue al paciente normocítica, microcítica y macrocítica.
Los grados de la Anemia pueden ser leves (10 y 12 g/dL), moderadas (10 a 8 g/dL) y severas (8g/dL) en unidades de hemoglobina.
Esto indica el tipo de Anemia a tratar.
- Anemia Ferropénica: es la Anemia más común y se debe a la deficiencia de hierro. Los principales síntomas son cansancio, debilidad, palidez, mareos y se manifiesta en la piel con uñas quebradizas
- Anemia Crónica: se debe a causa de una enfermedad o alguna inflamación. En este caso la sintomatología es más fuerte, además el paciente puede experimentar palpitaciones bajas y agotamiento mayor. Si es más severa, puede causar hasta un Infarto
- Anemia por déficit de vitaminas: principalmente se debe a la falta de vitamina B12, aunque puede existir afectaciones que provoquen la mala absorción de los nutrientes.También se relaciona con problemas Gastroenterológicos
Principales tratamientos
Después de identificar el tipo de Anemia, sigue buscar la causa o la enfermedad que la genera. Como la falta de hierro. El paciente deberá suplementarse con sulfato ferroso, lo mismo sucede con el déficit de vitamina B12 o ácido fólico. Sin embargo, si se trata de Hemorragias, también hay que buscar si existe algún sangrado interno.
Para ello continúa el seguimiento por medio de una Endoscopía o Colonoscopía.
Cuando se origina por una enfermedad base, es necesario identificar cuál es el origen (si se debe a problemas con la médula ósea, Enfermedades Gastrointestinales, o factores genéticos). Primero será conocer si el paciente puede recibir los suplementos y vitaminas necesarios, al igual que verificar si el tratamiento de alguna otra patología no interfiere con el tratamiento para la Anemia.
Por último, una dieta adecuada también ayudará a mejorar y evitar posibles cuadros de Anemia en el futuro. Se recomienda un plan de alimentación rico en hierro, lo encontramos en proteínas como en hígado de res, pollo, pavo, huevo pescados y mariscos. En proteínas vegetales se encuentran la soya, pistachos, garbanzos, avena, frijoles y lentejas.
Dentro de las verduras, la mejor opción las hojas verdes como espinacas o brócoli. En el caso de las frutas, es necesario buscar las que aporten vitaminas A, C, E y K como las fresas.