Todo lo que debes saber sobre dermatoscopia digital

Todo lo que debes saber sobre dermatoscopia digital

Top Doctors
Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 15/06/2019

La dermatoscopia es una técnica de uso común en la consulta de dermatología. El Dr. Villalón, experto en Dermatología, habla de esta prueba como una herramienta de diagnóstico de tumores.

 

En qué consiste la dermatoscopia digital

La dermatoscopia digital consiste en aplicar sobre la piel un aparato constituido por una lupa, de distintos aumentos, iluminada con luz polarizada, es decir, que los fotones de su luz están todos orientados en la misma dirección. A este artilugio le llamamos dermatoscopio o, simplemente, dermoscopio.

 

La aplicación del dermatoscopio sobre la piel permite visualizar estructuras en la subsuperficie cutánea que no serían visibles con óptica normal. Este hecho, ha permitido que desde los años 70 se hayan desarrollado dermatoscopios más potentes y con los años describir estructuras y patrones dermatoscópicos que antes no conocíamos y que pueden relacionarse con el diagnóstico histológico, es decir, con el resultado de la biopsia. De esta forma se han podido desarrollar una serie de algoritmos diagnósticos que son útiles en la consulta habitual de cualquier dermatólogo. Así, mediante esta técnica, podemos obtener una primera aproximación diagnóstica de la estructura que analizamos, en general lunares, sin necesidad de recurrir a su extirpación y estudio en laboratorio.

 

La dermatoscopia se ha ido desarrollado en los últimos años. La informatización de las consultas médicas hace además posible grabar las imágenes obtenidas y archivarlas, mediante su digitalización. Así es como nace la dermatoscopia digital.

La dermatoscopia digital permite diagnosticar tumores en la piel y controlar la evolución de los lunares.

 

Patologías que permite diagnosticar la dermatoscopia digital

La derpatoscopia digital permite realizar el diagnóstico de cualquier tumor, en la piel y en cualquier otro órgano, es siempre histólogico. No obstante, la dermatoscopia nos es muy útil a la hora de decidir si los lunares, que son las estructuras más frecuentemente estudiadas mediante esta técnica, poseen más riesgo de degenerar o de ser ya de facto un melanoma. Esto permite decidir si el lunar hay que extirparlo, si se puede dejar y revisarlo, o si simplemente no entraña más riesgo que la piel sana de alrededor.

 

Es en este grupo de lunares, los que podemos decir tienen una evolución biológica de bajo riesgo en dar problemas a largo plazo, donde digitalizar las imágenes del dermatoscopio nos es útil.

 

Ventajas de la dermatoscopia digital frente otras pruebas

La dermatoscopia digital permite evitar cirugías en lesiones de bajo riesgo (si son de alto riesgo se aconseja su extirpación), guardar las imágenes y hacer seguimiento. Esto es importante para evitar secuelas estéticas indeseadas, especialmente en regiones visibles como la cara y escote o que tiendan a cicatrizar mal (queloides). Además, se pueden compartir los archivos con otros profesionales y poder hacer teledermatología.

 

¿Cómo sé si debo someterme a una dermatoscopia digital?

Existen una serie de criterios clínicos y dermatóscopicos que permiten estratificar el riesgo del lunar. En principio, todas las personas que tengan lunares o manchas en la piel de tamaño grande, de distintos colores, de formas irregulares o que hayan experimentado cambios en forma o tamaño deben ser inspeccionados por un dermatólogo. No siempre que se cumplen estos criterios indica que las lesiones sean malignas, pero sí que deben ser evaluadas y en general con un dermatoscopio. A su vez, deben someterse a ello los pacientes con factores de riesgo: muchos lunares, antecedentes de cáncer de piel en la familia, haber presentados quemaduras solares importantes en la infancia o adolescencia, lunares desde el primer año de vida,… deben también ser evaluados en consulta.

 

La decisión de realizar el seguimiento o mediante dermatoscopia digital, se basa en varios criterios atendiendo a la morfología y el contaje de esos lunares así como el riesgo relativo acumulado del paciente en cuestión.

Dermatología