Todo lo que debes saber sobre el cáncer de piel

Todo lo que debes saber sobre el cáncer de piel

Top Doctors
Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 17/05/2019

El cáncer de piel es una proliferación descontrolada de células de carácter maligno por su capacidad de infiltrar tejidos vecinos o de producir metástasis a distancia. Existen diferentes tipos de tumores cutáneos y el comportamiento biológico de cada uno de ellos es extremadamente variable. El pronóstico, el abordaje terapéutico y, en definitiva, la importancia de un tumor de la piel depende, entre otras cosas, del tipo de cáncer de piel en cada caso.

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Tipos de cáncer de piel

Existen numerosos tipos de cáncer de piel según la estirpe celular implicada: tumor de células de Merkel, Dermatofibrosarcoma protuberante, diversos tipos de Linfoma cutáneo, etc.

Sin embargo, los más dos más frecuentes son: el melanoma maligno y los carcinomas, que a su vez se dividen en carcinoma basocelular y carcinoma escamoso.

El melanoma maligno es uno de los tumores del organismo con mayor potencial de poner en riesgo la vida de un paciente, dado que puede condicionar metástasis incluso cuando su tamaño es relativamente pequeño. Sin embargo, su localización en la piel, desnudo ante los ojos, da la oportunidad de detectarlo precozmente y extirparlo antes de su expansión a otros territorios.

El carcinoma basocelular suele ser una lesión sin capacidad de dar metástasis (sólo descritas en casos excepcionales) por lo que su malignidad suele ser meramente local. En muchos casos ni tan sólo se trata de lesiones claramente invasivas por lo que su extirpación quirúrgica o incluso su destrucción con otros métodos como electrofulguración y legrado, crioterapia intensa, radioterapia, láser y determinados productos de aplicación tópica, suele conllevar la curación definitiva. Sólo en determinados casos, sobre todo en relación a determinadas localizaciones anatómicas puede ser localmente infiltrante y requerir procedimientos quirúrgicos drásticos y ocasionalmente mutilantes.

El carcinoma escamoso suele aparecen sobre áreas dañadas crónicamente por el Sol, desarrollándose a menudo sobre lesiones precursoras llamadas queratosis actínicas. En estos casos, su capacidad de dar metástasis y comprometer la vida del paciente es bastante improbable dado que durante un prolongado período de tiempo existe la oportunidad de erradicarlo con distintas opciones terapéuticas, sobre todo quirúrgicamente. Sin embargo, el carcinoma escamoso de mucosas (labios, lengua, mucosa oral en general y genitales) comporta mayor riesgo y no es infrecuente su expansión a los ganglios regionales y, ocasionalmente, a órganos distantes

 

Signos de alerta del cáncer de piel

Es muy importante consultar por cualquier lesión cutánea de reciente aparición que persiste más allá de unas pocas semanas. Tanto el melanoma maligno como los dos tipos de carcinoma son más frecuentes en personas de piel clara que ha sido dañada por la exposición solar.

Respecto al melanoma maligno el paciente debería consultar con su dermatólogo ante cualquiera de las siguientes circunstancias:

  • Aparición de un lunar nuevo en la vida adulta. En niños es normal que vayan apareciendo nuevos lunares.
  • Cualquier modificación en un lunar preexistente: cambio de coloración, aumento de tamaño, sangrado o formación de costras en su superficie.
  • Lunares de bordes irregulares, de más de 6 mm, de color heterogéneo.

En cuanto al carcinoma basocelular infiltrante debe tenerse en cuenta que inicialmente puede presentarse como una pequeña lesión de apariencia inocente; por ejemplo, una pequeña costra que se desprende y renueva sin llegar nunca a curar. Cualquier lesión de estas características en la cara que persiste más allá de tres o cuatro semanas debe ser explorada por el dermatólogo.

El carcinoma escamoso puede aparecer sobre una piel o mucosa aparentemente sana pero a menudo se desarrolla como etapa final de lesiones precancerosas en áreas dañadas por la exposición solar crónica. Dentro de las lesiones precursoras de este tipo de cáncer, las más frecuentes son las llamadas queratosis actínicas. Se trata de formaciones en forma de escama blanco-amarillenta, muy adheridas y de tacto áspero. A menudo se presentan como lesiones múltiples en las zonas expuestas al Sol de personas de piel clara. El tratamiento de dichas lesiones evitará su eventual paso a carcinoma escamoso.

En el caso del carcinoma escamoso de mucosas, de peor pronóstico, también pueden darse lesiones incipientes o precursoras que ofrecen la posibilidad de tratamiento precoz. Sobre todo se debe consultar al especialista ante la aparición de lesiones blanquecinas de la mucosa oral conocidas como leucoplaquia.

 

Tratamiento del cáncer de piel

La cirugía es el tratamiento de elección en la gran mayoría de los casos de cáncer de piel.

  • En el caso del melanoma maligno, el abordaje quirúrgico puede ir desde una extirpación simple hasta su eliminación con amplios márgenes de seguridad y, eventualmente, extirpación de los ganglios regionales correspondientes. Todo ello depende del grado de profundidad cutánea que se haya visto en la biopsia.
  • En cuanto al melanoma metastásico, evidentemente, el pronóstico se ensombrece, pero están apareciendo nuevos fármacos que tal vez acaben controlando incluso estos casos tan avanzados.
  • El carcinoma escamoso de mucosas requiere también cirugía con márgenes de seguridad y, ocasionalmente, radioterapia.
  • El carcinoma basocelular superficial puede tratarse con medidas muy conservadoras (incluso con la aplicación local de cremas que tienen la virtud de destruir, selectivamente, las células malignas).
  • En el carcinoma basocelular infiltrante, el tratamiento es de nuevo la cirugía con márgenes de seguridad amplios. En ocasiones se ha de recurrir a la denominada cirugía de Mohs que consiste en eliminar el tejido tumoral con biopsias intra-operatorias que indicarán al cirujano si debe seguir ampliando la zona.

 

Cáncer de piel: pronóstico

El pronóstico del cáncer de piel depende mucho de la mayor o menor demora en un diagnóstico y tratamiento adecuados.

Sin ninguna duda, el melanoma maligno es el tumor cutáneo de peor pronóstico cuando no es tratado a tiempo, dado que puede extenderse a distancia (metástasis) aun tratándose de lesiones de tamaño relativamente pequeño. El carcinoma escamoso de mucosas le seguiría en orden de “malignidad”. El carcinoma escamoso cutáneo ofrece una “ventana de oportunidad” muy grande para su curación. Las lesiones precancerosas, tipo queratosis actínicas, se pueden resolver con medidas simples como la crioterapia o la aplicación de productos tópicos. Incluso cuando el carcinoma escamoso cutáneo ya se ha desarrollado puede curarse muchas veces con una simple extirpación quirúrgica.

El carcinoma basocelular infiltrante sólo tiene mal pronóstico cuando ha invadido regiones que requieren una intervención quirúrgica mutilante (zonas periorbitarias, invasión de cartílagos nasales o auriculares).

El carcinoma basocelular no infiltrante tiene muy buen pronóstico, hasta el extremo de que en ocasiones puede tratarse sin cirugía.

Dermatología