Todo lo que debes saber sobre las hemorroides
Las hemorroides son algo frecuente que afectan a gran parte de la población en algún momento de su vida. Las hemorroides son unas estructuras a modo de almohadillas que se encuentran en el canal anal, en estado de normalidad. Habitualmente son tres y coinciden con la vena hemorroidal correspondiente.
Se postula que tengan alguna función de ayuda en la continencia anal. Cuando estas estructuras se desarrollan anormalmente dando problemas de hemorragia, dolor y picor, entre otros, es cuando se habla de que una persona padece de hemorroides. Por tanto, los especialistas en Coloproctología desmitifican el concepto que tiene mucha gente de que las hemorroides son como unas varices anales.
Causas de las hemorroides
- El estreñimiento es la causa principal de las hemorroides. Efectivamente, las personas que padecen estreñimiento sufren un aumento de presión en la región anal que conduce a la dilatación de las venas hemorroidales que, con el paso del tiempo, provocar hemorroides.
- Otro factor es el embarazo. El aumento de presión en la pelvis condiciona el aumento de presión en las venas hemorroidales. Aunque esta situación es reversible, en la mayoría de ocasiones no sucede así.
- En los últimos tiempos, se han dado casos de hemorroides en personas que practican sexo anal. Es fácil comprender que el traumatismo repetido en la zona anal puede dilatar estas venas.
- Los factores dietéticos no causan las hemorroides, pero sí pueden ser desencadenantes. Se incluyen aquí las comidas picantes, bebidas alcohólicas, café o comidas dulces.
Tipos de hemorroides
Existen dos tipos de hemorroides: las hemorroides internas y las hemorroides externas.
Las hemorroides internas se hallan situadas en el interior del canal anal y están recubiertas de mucosa, mientras que las hemorroides externas se hallan alrededor del orificio anal y están cubiertas de piel. Esta diferenciación no es tan solo anatómica, sino que puede haber variaciones en su modo de presentación como se verá posteriormente.
Síntomas de las hemorroides
El principal síntomas de las hemorroides es el sangrado. Suele ser en variable cantidad, de sangre roja rutilante y coincidente con la deposición.
El dolor es frecuente, pudiendo ser desde un malestar continuado a dolor de intensidad variable, que aumenta con la deposición.
En ocasiones puede aparecer el denominado prolapso hemorroidal o salida de tejido hemorroidal por el orificio anal durante el esfuerzo de deposición.
Otro síntoma, en ocasiones molesto, es el prurito anal y la presencia de algunas secreciones. El tenesmo rectal, que es la sensación de ocupación anal con deseo de exoneración, se puede dar en hemorroides de gran tamaño.
Como norma general, las hemorroides internas producen sangrado y prolapso, mientras que las externes son más dolorosas y pruriginosas.
Hemorroides: tratamiento
El tratamiento de las hemorroides depende de su grado y de las molestias que ocasionen. Al hablar de grado de las hemorroides, se hace referencia al grado de prolapso durante la defecación: desde mínimo (hemorroides grado I) hasta prolapso hemorroidal permanente (hemorroides grado IV). En los casos de grado I y II, suele ser suficiente la normalización de las deposiciones mediante dieta con fibra y/o laxantes.
En las hemorroides de grado III, aparte de lo anterior, es necesaria la realización de ligaduras con bandas elásticas y/o coagulación con infrarrojos.
La cirugía se reserva para las hemorroides de grado IV o en aquellos casos con grado inferior pero que presentan patología asociada: fisura anal, hemorroides internas y externas u otras.
La intervención quirúrgica consiste en la extirpación de las hemorroides, asociando la solución de patologías asociadas, sobre todo la fisura anal. Esto se puede realizar mediante cirugía convencional o mediante la técnica láser CO2. Esta técnica láser es una energía lumínica de alta intensidad que posibilita la disección de las hemorroides de manera más precisa, con menos perjuicio para los tejidos sanos colindantes, traduciéndose ello en menor dolor postoperatorio y una más rápida recuperación.
Desde siempre se ha hablado de los extremadamente dolorosos postoperatorios de la intervención de hemorroides. Actualmente, mediante la técnica cuidadosa, la utilización del láser y la prescripción de analgésicos potentes los postoperatorios dolor, pero controlado. Los peores momentos son el postoperatorio inmediato (primeras 24-48 horas) y la primera deposición. A partir de los cinco o siete días, las molestias van mejorando y los pacientes pueden ser dados de alta laboral entre la segunda y la tercera semana del postoperatorio.
Pueden aparecer complicaciones postoperatorias como la hemorragia, la incontinencia o la infección. Sin embargo, son muy poco frecuentes.