Todo lo que hay que saber sobre la cirugía de la glándula tiroides
La glándula tiroides está situada en la parte anterior e inferior del cuello, delante de la tráquea. Tiene dos lóbulos laterales unidos por un istmo. A ambos lados y posterior a la glándula están los nervios laríngeos recurrentes que controlan las cuerdas vocales.
La glándula tiroides es la encargada de producir unas importantes hormonas denominadas T4 (o tiroxina), T3 y T3 reversa (inactiva). Estas hormonas controlan el metabolismo; en otras palabras, el modo en que el cuerpo procesa y distribuye energía de los alimentos ingeridos.
Si la tiroides produce demasiadas hormonas, aparecen los síntomas del hipertiroidismo:
Síntomas del hipertiroidismo:
- Inquietud, nerviosismo, emotividad, irritabilidad, dificultades para dormir y actividad constante
- Temblor en las manos
- Pérdida de peso a pesar del aumento del apetito
- Palpitaciones
- Sudoración, aversión al calor y aumento de la sensación de sed
- Diarrea o necesidad de ir al baño con más frecuencia de lo normal
- Dificultades respiratorias
- Problemas dermatológicos, tal como caída del pelo y picor
- Cambios menstruales: a menudo los períodos se hacen muy ligeros o infrecuentes
- Cansancio y debilidad muscular
- Aumento del tamaño de la glándula tiroides en el cuello (bocio)
Si el tiroides produce pocas hormonas, se presentarán los síntomas del hipotiroidismo:
Síntomas del hipotiroidismo:
- Fatiga
- Cansancio
- Aletargamiento
- Depresión
- Aumento de peso repentino
- Piel seca
- Engrosamiento y caída del pelo
- Sensibilidad al frío
- Dolores musculares
- Periodos más frecuentes
Diagnóstico de la glándula tiroides
Para diagnosticar un problema de tiroides, el paciente deberá someterse al examen de especialista en Endocrinología. Éste valorará los síntomas generales que pudieran estar relacionados con el funcionamiento de las hormonas tiroideas, y realizará un análisis de sangre para poder medir los niveles de estas hormonas. También es posible que necesite pruebas de imagen del tiroides (como ecografía o TAC).
En caso de que la glándula presente algún nódulo se practicará una punción-aspiración con aguja fina del mismo bajo control ecográfico para intentar realizar un diagnóstico histopatológico.
Cirugía de la glándula tiroides
En ciertos casos puede ser necesaria una operación para extraer toda la glándula tiroidea o una parte de ella. Por ejemplo:
- Si el aumento del tamaño de la glándula presiona la tráquea y produce dificultades respiratorias u otro tipo de molestias o complicaciones por su gran tamaño.
- Si no se puede tolerar la medicación para la alteración de las hormonas tiroideas por efecto secundarios graves.
- Si no se puede o no se desea recibir terapia con yodo radiactivo.
- Si existe presencia de nódulos tiroideos cancerosos, la citología de la punción no es concluyente o el nódulo sigue creciendo.
Tipos de cirugía de la glándula tiroides mínimamente invasiva
Hay varios tipos diferentes de cirugía de tiroides, tales como:
- Biopsia o tumorectomía: cuando solo se extrae una pequeña parte de la glándula.
- Hemitiroidectomía: cuando se extirpa la mitad de la glándula.
- Tiroidectomía subtotal: cuando solo queda una pequeña parte del tejido tiroideo tras la cirugía.
- Tiroidectomía total: cuando se extirpa todo el tejido tiroideo.
¿En que consiste la intervención?
En el enfoque tradicional, la cirugía de tiroides suele realizarse mediante una incisión en la piel de entre 2 y 8 cms. en la parte baja del cuello. La piel y el músculo se separan para exponer la glándula. La incisión suele hacerse de modo que quede en un pliegue de la piel del cuello, para que sea menos visible.
El riego sanguíneo a la glándula se interrumpe mediante la ligadura de los vasos que la irrigan y, a continuación, el cirujano extrae la glándula o parte de ella.
Durante la operación, el cirujano pone especial cuidado en identificar y evitar lesionar los nervios que van a la laringe y a las cuerdas vocales, que se encuentran justo detrás de la glándula tiroides. Si estos nervios se lesionan, la capacidad de hablar, tragar o respirar puede resultar gravemente afectada. El uso de un sistema de monitorización de la integridad nerviosa puede ayudar al cirujano a identificar estos nervios, monitorizarlos y confirmar que no han sido dañados durante la cirugía.
El cirujano también se ocupará de identificar y preservar las cuatro pequeñas glándulas paratiroides, que se encuentran junto a la glándula tiroides. Estas cuatro glándulas, muy pequeñas, producen una hormona llamada parathormona, que controla los niveles de calcio en la sangre.
Beneficios de la cirugía de la glándula tiroides
La principal ventaja de la cirugía tiroidea es que puede aliviar todos o algunos de los síntomas que experimenta el paciente.