Toxina botulínica, un tratamiento eficaz para las enfermedades neurológicas
¿La toxina botulínica es en la actualidad un fármaco básico en Neurología? ¿Por qué?
La neurología y los neurólogos somos los médicos que tratamos las enfermedades del sistema nervioso. Es decir, las enfermedades que afectan al cerebro, a la médula espinal, a las raíces, a los nervios periféricos y al músculo. Además tratamos patologías, por tanto, como los ictus cerebrales, la esclerosis múltiple, las cefaleas, las migrañas, las epilepsias, la enfermedad de Parkinson y la demencia.
Últimamente se han desarrollado múltiples tratamientos para las enfermedades neurológicas pero el que destaca desde hace unos años a esta parte es el tratamiento con toxina botulínica, que ha venido a ampliar un campo en el tratamiento de unas patologías que alteraban gravemente la calidad de vida del paciente. Así, por ejemplo, es el tratamiento de elección, la inyección de toxina botulínica, en músculos espásticos. Es decir, en determinados músculos que han aumentado el tono por infartos cerebrales, por esclerosis múltiple o por otras patologías, es el tratamiento que permite relajar ese músculo disminuyendo el dolor del paciente y dándole una mejor calidad de vida.
¿Por su acción analgésica, en qué enfermedades se emplea la toxina botulínica?
En los últimos años ha tenido especial eco y desarrollo. Ha sido el tratamiento de la toxina botulínica para el dolor. Entre ellos las cefaleas tensionales crónicas, las migrañas crónicas, es decir, pacientes con dolor de cabeza de más de diez o quince días al mes, pueden mejorar con este tratamiento de toxina botulínica. Últimamente también se han desarrollado otros tipos de tratamientos como el dolor neofascial, es decir, el dolor localizado en los músculos y en las fascias musculares, sobre todo en personas con fibromialgia, y en otras patologías como la sialorrea, el babeo excesivo. O también la hiperhidrosis, es decir, el exceso de sudoración en las manos, en la planta de los pies, en las axilas o en las ingles.
¿En el caso de la espasticidad, qué ventajas ofrece la toxina botulínica frente a otros tratamientos?
La toxina botulínica es un tratamiento sencillo, con muy pocos efectos secundarios y que además se puede repetir y no interacciona con otro tipo de fármacos. Lo normal es que tenga que acudir a su neurólogo para que indique específicamente para qué patología se da esta toxina y además hay que tener en cuenta que se puede repetir sucesivamente, no más de cada tres meses, y que además es un tratamiento que se tolera muy bien.