Trastorno de conducta en niños
Cuando se habla sobre el trastorno de conducta, no solo se hace referencia a simples dificultades en la gestión del comportamiento por parte de los padres, sino también a problemas de gran importancia que conllevan actitudes negativas, desafiantes e incluso agresivas y violentas por parte de los niños.
Causas y síntomas del trastorno de conducta: ¿puede ser genético?
Pueden haber diferentes causas, y entre ellas, puede estar la genética. El trastorno de conducta más frecuente es el Trastorno Negativista Desafiante. En la mayoría de los casos, tiene lugar en chicos que además padecen un Trastorno por Déficit de Atención o Hiperactividad (TDAH). También puede estar asociado a otras patologías como el Autismo.
El trastorno de conducta se caracteriza por una actitud de desafío constante y rechazo a la autoridad. Suele haber una negativa permanente a cumplir órdenes u obligaciones, y en casos extremos, puede aparecer una actitud violenta o agresiva con los familiares y el entorno.
La causa del trastorno de conducta está en el funcionamiento de algunos mecanismos cerebrales, donde puede haber algún problema que haga imposible el control de los impulsos por parte del individuo, de forma involuntaria.
Diagnóstico del trastorno de conducta
Hay que dedicar tiempo al análisis de la situación por parte de un especialista en el desarrollo neurológico y conductual en niños y adolescentes. El especialista debe recabar todos los datos y valorar la situación en relación a la edad, las circunstancias, la familia y el resto de factores que influyen en el proceso.
Cómo tratar los trastornos de conducta en niños
El tratamiento de estos trastornos está basado en la intensidad del problema, en la edad del chico y en el tiempo de evolución del cuadro.
En los casos leves, puede valer con una intervención psicológica con el chico y la familia.
En los casos graves, esto no consigue controlar la situación y suele requerir una doble intervención farmacológica y psicológica. El tratamiento farmacológico tiene la finalidad de ayudar al niño a controlar sus impulsos, de forma que normalice la situación.
¿Cómo debe actuar la familia ante un hijo con trastorno de conducta?
Para los padres, es muy difícil entender esta situación. Uno de los aspectos más importantes pero más difíciles de comprender es que, en la mayoría de los casos, el niño no tiene un comportamiento voluntario, sino que sufre una completa incapacidad para controlar los impulsos.
Estos impulsos son desproporcionalmente fuertes y le llevan a tener unas actitudes muy negativas y peligrosas.