Tratamiento con hormonas de la menopausia
El uso de hormonas en la menopausia es un tratamiento que consiste en una terapia combinada de estrógenos y gestágenos de baja dosis. En España el porcentaje de mujeres que realizan este tratamiento es de entre el 5 y el 10%.
Las hormonas se administran en comprimidos, aunque se puede optar también por los parches o bien por una combinación de parches, comprimidos y gel cutáneo.
En el caso de las mujeres sin útero, el tratamiento hormonal que se prescribe es sólo con estrógenos.
El uso de este tratamiento en ginecología ha disminuido en los últimos años como consecuencia de la publicación en el año 2002 del estudio WHI (Women’s Health Initiative). Este estudio desaconsejaba el uso de hormonas para tratar la menopausia ya que, según afirmaba, aumentaba el riesgo de padecer cáncer de mama y no disminuía el riesgo cardiovascular en la postmenopausia.
Organizaciones profesionales, como la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), manifestaron que los resultados no concluían exactamente lo que se afirmaba; puesto que el estudio se diseñó para mejorar la salud cardiovascular de mujeres con riesgo alto de padecer esta enfermedad y su edad media era de 64 años.
Aunque está demostrado que después de 5 años de terapia de sustitución hormonal combinada aumenta el riesgo de padecer cáncer de mama, también es cierto que a partir de los 5 años de uso solamente de terapia estrogénica se obtiene un efecto protector sobre la mama, lo que disminuye este tipo de cáncer.
Duración del tratamiento con hormonas
La duración recomendada de este tratamiento es de 5 años, aunque depende de si la persona ha empezado el tratamiento a una edad anterior a los 50 años. En estos casos de menopausias precoces, el tratamiento se puede prolongar.
Beneficios y riesgos del tratamiento
El principal beneficio del uso de hormonas para tratar la menopausia es el alivio de la sintomatología de las sofocaciones y su síndrome acompañante como la irritabilidad, el insomnio, la depresión o la labilidad emocional.
Las hormonas también actúan a nivel del hueso favoreciendo la preservación de la densidad mineral ósea y retrasando, por tanto, la osteoporosis. Mantiene la salud de los tejidos urogenitales y cutáneos evitando la atrofia vulvovaginal .También se considera su papel como protector del deterioro cognitivo.
El riesgo más importante es el riesgo acumulado de cáncer de mama a partir de los 5 años, por lo que se debe limitar la administración a los 5 años o bien seguir controles.