Tratamiento de rejuvenecimiento mediante lifting cérvico-facial
El lifting láser cérvico-facial es una técnica mínimamente invasiva que busca remodelar el cuello y la cara, con la ventaja que no produce cicatrices visibles. Está indicado para pacientes con un acúmulo de grasa localizada en el mentón, y que tiene otros síntomas como la flacidez.
¿En qué consiste el lifting cérvico-facial?
Se realizan micro incisiones de 3 mm por las que se introduce el láser. El efecto térmico que se produce al estimular la zona con el láser permite licuar la grasa de la papada y la zona mandibular, que se aspira inmediatamente sin necesidad que el cuerpo la reabsorba.
Entonces se estimula la piel para favorecer la producción de nuevo colágeno y la retracción cutánea. La estimulación de los tejidos genera un efecto tensor de la papada y un estiramiento del tercio inferior de la cara, favoreciendo la recuperación del óvalo facial.
¿Cómo es el postoperatorio tras un lifting cérvico-facial?
Se trata de una técnica realizada por el especialista en Medicina estética con anestesia local y con alta en el mismo día en la mayoría de los casos. En el tiempo inmediato tras la operación pueden surgir molestias de la zona tratada, como inflamación, cardenales o sensibilidad alterada, que se controlan bien con anti-inflamatorios, masajes de drenaje linfático y el uso de una mentonera durante el primer mes. Dependiendo del paciente, la rápida recuperación puede permitirle volver a la rutina tras 48 o 72 horas.
Aunque los resultados son visibles tras el primer mes, es a partir de los seis meses cuando empiezan a ser evidentes en la definición del mentón y en la firmeza de la piel. Si se goza de un estilo de vida saludable los resultados suelen ser duraderos ya que la fibrosis inducida favorece la adhesión entre los tejidos.