Tratamiento efectivo para hiperhidrosis de palmas de las manos y axilas
La cirugía de la hiperhidrosis es un procedimiento sencillo realizado mediante una técnica mínimamente invasiva, que logra resultados óptimos. De este modo se evita la incomodidad que genera en la vida diaria, recuperando el calor y la sequedad en las manos y las axilas.
Qué es la hiperhidrosis y cuál es su prevalencia
La hiperhidrosis esencial o primaria es un trastorno caracterizado por un exceso de sudoración que afecta a determinadas áreas corporales, principalmente las palmas de las manos y las axilas, pero también las plantas de los pies o incluso la región facial. Su causa exacta es desconocida, pero se ha podido comprobar que, en los pacientes afectados, existe un exceso de señal nerviosa del sistema que regula la sudoración (sistema nervioso simpático), así como una mayor sensibilidad de las glándulas sudoríparas de dichas áreas a ese estímulo.
Es un problema frecuente, que afecta en torno al 2-4% de la población, siendo más común en adolescentes y adultos jóvenes, no siendo extraño que puedan presentar antecedentes familiares. Su importancia radica en que, aún siendo un trastorno benigno, ocasiona importantes molestias, alterando de modo significativo la calidad de vida de los afectados, pudiendo ocasionar problemas de índole laboral, así como afectar severamente las relaciones interpersonales y de pareja.
No todas las personas que creen sudar más de lo habitual padecen este trastorno. Para su diagnóstico es esencial descartar, en primer lugar, otras enfermedades subyacentes que puedan ocasionar un exceso de sudoración, como pueden ser infecciones o enfermedades tiroideas (hiperhidrosis secundaria). Los pacientes afectos de hiperhidrosis esencial refieren los síntomas desde la edad juvenil, acentuándose en situaciones de nerviosismo o con el ejercicio, y en ellos no se encuentran enfermedades de base que expliquen dicha hipersudoración.
Tratamientos para la hiperhidrosis: simpatectomía toracoscópica
Existen numerosos tratamientos tópicos, farmacológicos, así como técnicas basadas en corrientes galvánicas que han demostrado una utilidad limitada, especialmente en los casos más severos de hiperhidrosis. La aplicación de toxina botulínica para bloquear el estímulo nervioso ha demostrado utilidad en las palmas y las axilas, si bien su efecto es transitorio y las inyecciones deben repetirse en el tiempo, con la incomodidad y el dolor que ello conlleva.
La cirugía de la hiperhidrosis (simpatectomía toracoscópica) se reserva para los casos severos, con afectación importante de la calidad de vida, y presenta unos resultados excelentes, especialmente en el caso de las manos y las axilas. Para ello, los expertos en cirugía torácica emplean una técnica mínimamente invasiva, a través de una única incisión de un centímetro por debajo de cada axila. Mediante una cámara se visualiza el interior del tórax, se localiza la cadena nerviosa simpática que transmite la señal excesiva, y se secciona en el nivel deseado en función de la localización de la hipersudoración.
Es un procedimiento relativamente sencillo que lleva a cabo el día del ingreso el especialista en Cirugía Torácica, sin necesidad de drenajes posoperatorios, siendo la recuperación rápida y pudiendo, en la mayoría de casos, ser dado de alta el paciente al día siguiente de la intervención, sin apenas dolor ni complicaciones importantes.
Resultados de la cirugía de la hiperhidrosis e indicaciones
El efecto de la cirugía es inmediato, pudiendo el paciente comprobar seguidamente como sus manos o axilas se encuentran nuevamente calientes y secas. La operación puede acompañarse de la aparición ocasional de la llamada sudoración compensatoria, que consiste en un incremento en la sudoración habitual en otras regiones del tronco (espalda, abdomen, muslos) que, cuando ocurre, es bien tolerada por los pacientes, habitualmente, y no interfiere apenas en la calidad de vida.
Cabe destacar que el tratamiento quirúrgico de la hiperhidrosis está reservado para casos severos en los que la hipersudoración origina una importante merma en la calidad de vida, comparable incluso a la ocasionada por enfermedades neurológicas importantes como la esclerosis múltiple. Es una técnica sencilla y mínimamente invasiva, con un resultado estético excelente y apenas dolor postoperatorio, que ha demostrado una alta tasa de éxito, especialmente en el tratamiento de la hipersudoración en palmas y también en axilas. Podemos decir que los pacientes con este trastorno pueden ya disponer de una solución eficaz a su problema y recuperar la calidad de vida que perdieron.