Tratamiento farmacológico para dejar de fumar
El tabaquismo es una enfermedad crónica de carácter adictivo. Constituye la primera causa evitable de muerte en el mundo. Los profesionales sanitarios están obligados a tratar correctamente a los fumadores para conseguir que dejen de serlo.
El consumo de tabaco es la adicción más perniciosa en el mundo desarrollado y es la primera causa prevenible de muerte en España. Según datos recientes, cada año 55.000 personas mueren en nuestro país por culpa del tabaco. La OMS afirma que el tabaco mata a más de 4 millones de personas al año, y se estima que superará los 8 millones de muertes en 2020.
Según la Encuesta Nacional de Salud (ENS) de 2015, el 26% de los españoles adultos fuma, lo que equivale a unos 12 millones de personas. En cuanto al género, se reduce el consumo en hombres, mientras se produce un aumento del tabaquismo entre la población femenina, pasando de un 23% de fumadoras a un 27.2%.
¿En qué consiste el tratamiento para dejar de fumar?
El tratamiento contra el tabaquismo es distinto para cada fumador y depende de la motivación que tengan para abandonar el consumo del tabaco. Aquellos que estén dispuestos a dejar de fumar deben recibir dos tipos de intervención: una encaminada a combatir la dependencia psíquica y otra para aliviar la dependencia física por la nicotina, que es la sustancia responsable de la adicción fisiológica y del síndrome de abstinencia. Dicha adicción es comparable a la producida por la cocaína o la heroína.
Medicamentos para dejar de fumar
En la última década han aparecido nuevos medicamentos para ayudar a dejar de fumar. La irrupción en el campo terapéutico de los tratamientos farmacológicos ha abierto un debate sobre la necesidad de su financiación por el sistema sanitario público.
La publicación de recientes evidencias científicas sobre la vareniclina, uno de los fármacos más utilizados en deshabituación tabáquica, concluye que triplica las posibilidades de éxito frente a no usar ningún fármaco.
Beneficios de dejar de fumar
Los beneficios del abandono del tabaco son múltiples. El exfumador experimenta rápidamente una mejoría sustancial de su calidad de vida, con un significativo aumento de su tolerancia al ejercicio y de sus capacidades gustativa y olfativa. Al año disminuye el riesgo de accidentes cerebro-vasculares, el riesgo de sufrir un infarto se reduce a la mitad y la probabilidad de padecer enfermedades respiratorias, incluido el cáncer de pulmón, disminuyen. Además, los fumadores que abandonan el hábito presentan hasta una reducción hasta la mitad de bajas laborales, menos días perdidos por enfermedad y menos visitas al médico.
¿Quién puede ofrecerme tratamiento para dejar de fumar?
En España se han comenzado a elaborar planes autonómicos de control del tabaquismo. En esta consulta se aplicarán los últimos avances diagnósticos y terapéuticos para dejar de fumar. La participación del médico especialista en Neumología en la deshabituación tabáquica aumenta considerablemente la tasa de abandono de los pacientes fumadores dentro de las unidades de deshabituación tabáquica.