Tratamiento integral de la obesidad
La obesidad es una enfermedad que puede prevenirse y curarse. Para prevenirla es necesario llevar un estilo de vida saludable en el que los hábitos alimenticios sean correctos y estén combinados con ejercicio físico moderado. Pero, en algunos casos, esto no es suficiente. Es entonces cuando se recurre al tratamiento integral de la obesidad, que incluye:
-Dieta equilibrada, individualizada y baja en calorías.
-Ejercicio Físico ajustado a cada necesidad y progresivo con rutinas adaptadas al paciente.
-Tratamiento médico controlado por especialistas.
En el caso que se requiera, puede recurrirse al balón intragástrico como ayuda temporal al seguimiento dietético y si con esto no fuese suficiente se puede acudir al tratamiento quirúrgico, llamado cirugía metabólica y de la obesidad. Veamos más detalladamente en que consisten estos dos tratamientos.
Balón intragástrico
Se trata de la colocación de un globo (de silicona, de forma lisa y esférico) en el estómago que se hincha con 500 cc. de líquido. La colocación del balón intragástrico se hace por endoscopia y con el paciente sedado. Se recomienda como ayuda temporal para la modificación de la conducta alimentaria en un grupo seleccionado de pacientes que requieren perder peso de un modo controlado.
Es eficaz para el manejo a corto plazo de la obesidad porque actúa disminuyendo la sensación de hambre y dando sensación de saciedad precoz en las comidas, aunque es imprescindible seguir una serie de pautas dietéticas para conseguir la pérdida de peso esperada.
El periodo de adaptación suele ser de 48-72 horas, en el cual aparecerán nauseas, vómitos y eructos. Y el balón puede permanecer seis meses en el estómago, periodo en el que es aconsejable la modificación de hábitos alimentarios, seguimiento de la dieta pautada y ejercicio físico regular. Con todo este programa conjunto es posible perder entre 18 y 22 kg. en el tiempo establecido.
Cirugía metabólica y de la obesidad
La cirugía metabólica y de la obesidad se basa en un conjunto de procedimientos quirúrgicos que buscan corregir y controlar la patología asociada a la obesidad mórbida. Este tipo de cirugía altera la anatomía del aparato digestivo para eliminar el exceso de peso del paciente. Para ello, se disminuye el aporte calórico al cuerpo reduciendo la capacidad gástrica (disminuyendo el apetito y la ingesta de alimentos) y se modifica el recorrido intestinal para evitar la absorción de grasas. A su vez, se estimula el consumo de la grasa ya formada en el cuerpo y se evita que se forme nueva.
Así, se logra reducir el peso del paciente, quien debe ser consciente de lo imprescindible que resulta mantener unas pautas alimentarias y un modo de vida saludables para obtener resultados exitosos a largo plazo, pues la cirugía bariátrica no es una solución definitiva a la obesidad mórbida si no se acaba con los malos hábitos alimentarios y se adopta un estilo de vida saludable.
Debe quedar claro que la cirugía para el tratamiento de la obesidad está reservada para los pacientes diagnosticados de obesidad mórbida, de más de cinco años de evolución en los que las medidas dietéticas y médicas anteriores hayan fracasado. Respecto a la seguridad, la cirugía bariátrica es segura aunque por los riesgos asociados a la obesidad se considera cirugía mayor. Por esto, los pacientes deben ser tratados por un grupo multidisciplinario con la experiencia y los conocimientos necesarios para lograr los mejores resultados.
Después de la cirugía la cantidad de peso que se pierde depende del paciente y del tipo de procedimiento realizado. Los pacientes que logran modificar su estilo de vida y seguir su tratamiento al pie de la letra pueden conseguir aún una mayor pérdida de peso. La pérdida de peso máxima se consigue antes de los 18 meses con todas las intervenciones.
Y aunque muchos pacientes no llegan a su peso ideal, la pérdida de peso (entre el 60% y el 85%) producida por la cirugía es suficiente para reducir de manera significativa el riesgo de desarrollar complicaciones relacionadas con la obesidad. Incluso se puede conseguir alcanzar el peso ideal si se sigue una dieta adecuada, una actividad física apropiada y se mantiene un régimen de vida adaptado a la nueva situación. En cualquier caso, con la disminución de peso se consiguen mejorar las enfermedades asociadas a la obesidad y se logra la mejoría de la movilidad y la resistencia en general. Además, mejora la autoestima, el humor, las relaciones interpersonales y la capacidad de trabajar. Cabe señalar que algunas intervenciones de este tipo pueden requerir cirugía plástica post-bariátrica para solucionar la posible flacidez que afecte la piel.