Tratamiento para el Parkinson: aplicación terapias complementarias

Tratamiento para el Parkinson: aplicación terapias complementarias

Top Doctors
Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 21/11/2018

Las terapias complementarias suelen prescribirse en algunas ocasiones para el tratamiento del Parkinson. 

Fisioterapia: En el Parkinson existe una alteración en la generación del ritmo interno y de pistas internas para realizar actos repetitivos. Algunos autores sugieren la rehabilitación a través del uso del ritmo. La mejoría que se obtiene va acompañada de un incremento metabólico en varias áreas cerebrales implicadas en procesos sensomotores en la tomografía de emisión de positrones (técnica diagnóstica PETscan). Aprender el uso de pistas internas y externas es de gran utilidad.

parkinsonLogopedia: La presencia de trastornos de habla y voz en el Parkinson se manifiesta a lo largo de la evolución y, sobre todo, en fases avanzadas de la misma. Sin embargo, en fases iniciales, ya pueden aparecer dificultades articulatorias o falta de potencia de voz. En un estudio de 230 pacientes realizado por Logemann en 1978, se encontró que el 70% tenía alteraciones de habla y/o voz, el 29 % de los cuales manifestaron que dichos trastornos les suponían la mayor incapacidad de la enfermedad. Diversos estudios han demostrado la eficacia de la intervención logopédica en los afectados de Parkinson y, en algunos de ellos, el mantenimiento del beneficio entre seis y doce meses post tratamiento. Aún consiguiendo una buena articulación, la falta de expresión facial y la disminución del parpadeo propia del Parkinson afectan tanto a la emisión de la información, como a la recepción e interpretación de la misma. Por ello, los pacientes con Parkinson no sólo muestran dificultad para realizar cambios de expresión facial de acorde con el contenido del mensaje, sino también para interpretar dichos cambios cuando los realiza el interlocutor. Por otro lado, se reconoce la existencia de trastorno de lenguaje en el Parkinson. Ello significa que, en dicha enfermedad, puede que no se interprete correctamente la verdadera intención con que el interlocutor emite el mensaje. Una parte importante de dicha intención se transmite a través de los llamados aspectos prosódicos tales como el ritmo, la entonación y la melodía. Además los pacientes de Parkinson pueden manifestar disfagia orofaríngea que afecta a cualquiera de las tres fases del proceso de deglución: oral, faríngea y/o esofágica. Se ha descrito que la incidencia de estos trastornos en mayor o menor medida es del 95%, pero el número de pacientes que reconocen dificultades de éste tipo es mucho menor. El espesante, sustancia que se añade a los líquidos para espesarlos, puede minimizar las consecuencias de la disfagia, pero es poco conocido y poco usado.

Terapia psicológica: En cuanto a la repercusión psicosocial, puede decirse que es inmediata. Tras el diagnóstico de Parkinson se produce un impacto en las vidas de las personas afectadas y en sus familias, que inducirá una serie de cambios tanto inmediatamente como a lo largo de los años. A veces, la adaptación a estos cambios no es fácil y la alta prevalencia de depresión y ansiedad en esta enfermedad no favorece el proceso. El asesoramiento psicológico puede proporcionar la orientación adecuada para una adaptación más fácil y menos dolorosa y la aplicación de programas psicoeducativos com el programa Edupark, en fases iniciales, es de gran interés.

Rehabilitación cognitiva: La mayoría de los afectados de Parkinson desarrollan algún tipo de alteración cognitiva (AC). En un estudio de 125 pacientes, un 24% presentaban evidencia de disfunción cognitiva, siendo la atención y las funciones ejecutivas las alteraciones prominentes en recién diagnosticados de Parkinson. La edad avanzada, el inicio tardío de la enfermedad, la duración de los síntomas motores (o sea, más de 10-15 años de síntomas motores), la gravedad de los síntomas motores (rigidez y acinesia), el rápido deterioro de las funciones ejecutivas, presencia de alucinaciones, y de depresión (30-50%), son factores predictores de más deterioro cognitivo en el Parkinson. Las alteraciones cognitivas tienen repercusiones funcionales: afectan a la calidad de vida, agravando la discapacidad funcional, favoreciendo el declinar motor y aumentando el estrés del cuidador. La rehabilitación cognitiva (RC) se ha demostrado como un tratamiento eficaz en diferentes enfermedades neurológicas. Promueve la plasticidad cerebral, facilita el crecimiento neuronal e induce la reorganización funcional. Existen hasta la actualidad escasos estudios sobre el beneficio de la rehabilitación cognitiva en los que se destaca la mejora de las funciones ejecutivas y que el beneficio se mantiene seis meses después.

 

Parkinson: Objetivos de las terapias complementarias

Todas las terapias complementarias persiguen la mejora de la calidad de vida del paciente afectado de Parkinson a través de contribuir a su independencia y reintegración a la vida social y familiar.

Fisioterapia: Pretende retardar y/o minimizar las implicaciones funcionales que provocan la patología primaria o corregir y reeducar las complicaciones secundarias, optimizando al máximo los recursos del paciente. Son competencia de la fisioterapia: mantener o mejorar la ventilación; mantener o mejorar los arcos articulares; preservar el trofismo muscular, potenciar la musculatura y prevenir edemas. Se procurará reeducar la postura; mejorar la expresión facial y corporal; las reacciones de enderezamiento, el equilibrio y la coordinación. Además, se ofrecerán estrategias sobre cómo proceder ante un bloqueo, entrenar en la aplicación de pistas externas o internas, y en cómo reaccionar ante las caídas. También junto con el terapeuta ocupacional, reeducar la ejecución de transferencias o cambios de posición.

Logopedia: La Logopedia se propone que los pacientes sean conscientes de sus dificultades comunicativas y aprendan técnicas y estrategias que mejoren la inteligibilidad del discurso. La logopedia también previene y trata los trastornos de deglución.

Terapia ocupacional: La terapia ocupacional es una disciplina que promueve la readaptación de la persona que presenta cualquier minusvalía o discapacidad, para acceder a la máxima autonomía en su entorno. Sus objetivos principales son: reeducar con el fin de mejorar las funciones deficitarias, readptar mediante el desarrollo de las capacidades residuales teniendo en cuenta las exigencias de la vida diaria y las necesidades de autonomía de la persona y aconsejar al afectado y a su entorno familiar sobre soluciones prácticas para favorecer la integración de la persona en su medio.

Intervención psicológica: En cualquiera de sus modalidades, el objetivo de la intervención psicológica es mejorar el bienestar del afectado de Parkinson, disminuir el malestar emocional del cuidador informal, fomentar la autonomía personal y normalizar las diferentes áreas vitales. La finalidad de la psicoterapia de base cognitivo-conductual es que se adquieran habilidades de automanejo para resolver efectivamente problemas y que se generalicen los cambios experimentados durante las sesiones a la vida diaria. Esta orientación se basa en el supuesto de que la mayoría de las conductas, emociones y pensamientos problemáticos son aprendidos y pueden ser modificados mediante un nuevo aprendizaje.

Rehabilitación cognitiva: El objetivo principal es el desarrollo de estrategias que permitan mejorar el déficit cognitivo producido por la disfunción cerebral asociada a la enfermedad de Parkinson. Se plantea en el marco de un plan rehabilitador integral que puede iniciarse en el entrenamiento de funciones cognitivas y que finaliza el entrenamiento en la resolución de problemas.

 

Neurología