Tratamiento para pacientes con apneas del sueño

Tratamiento para pacientes con apneas del sueño

Top Doctors
Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 19/05/2019

El síndrome de apnea del sueño es una enfermedad muy frecuente, originada por una discordancia entre la necesidad de aire de una persona, y la cantidad de aire que puede pasar por las vías respiratorias superiores y que se manifiesta durante el sueño.

En los períodos de sueño profundo y sueño REM, la relajación del tono muscular corporal es muy manifiesta y provoca que la musculatura de la faringe y la laringe se relajen, originando en algunas personas un colapso al paso de aire, que puede ser total (apnea) o parcial (hipopnea). Esta relajación se produce en todas las personas, y a lo largo de la noche, casi todos los seres humanos pasamos por periodos de hipopnea e incluso apnea, sin que eso afecte a nuestras funciones corporales o a la calidad del sueño.

Se considera que una persona tiene un síndrome de apnea del sueño cuando tiene más de 10 apneas o hipopneas por hora de una duración superior a 10 segundos. Cuando se superan esas cifras, las apneas se acompañan de una bajada del oxígeno en sangre, de una alteración del ritmo cardíaco y en la mayoría de las ocasiones de un despertar inconsciente denominado “arousal”, que ocasiona una interrupción en el ritmo normal y los ciclos del sueño provocando el síntoma principal de la apnea, la somnolencia durante el día.

Estos síntomas, si no se tratan, pueden llegar a dar problemas muy severos, desde hipertensión arterial o pulmonar a cardiopatías con infartos o anginas de pecho, accidentes de tráfico o laborales y enfermedades vasculares cerebrales.

La apnea de sueño es un síndrome muy frecuente entre la población

Causas de la apnea del sueño

La obstrucción de la vía aérea superior se debe a una obstrucción a nivel de la nariz, el paladar, las amígdalas o la base de la lengua. Existen factores que favorecen esa obstrucción, principalmente la obesidad en sus múltiples formas (por exceso de ingesta, endocrina, metabólica o genética-hereditaria) y las alteraciones anatómicas como la hipertrofia de amígdalas o de lengua, los paladares estrechos, las desviaciones del tabique nasal o las alteraciones de los huesos maxilar o mandibular.

Las estadísticas indican que al menos el más de la mitad de los pacientes con apnea del sueño tienen al menos un grado I de obesidad.

Síntomas de la apnea del sueño

Existe un conjunto de síntomas que nos hacen sospechar que un paciente tiene apnea del sueño, que si se dan conjuntamente, pueden indicar, además, la existencia de una apnea del sueño grave, y son:

- El ronquido importante, diario y durante la mayor parte de la noche.

- La presencia de somnolencia durante el día.

- La percepción de apneas por otra persona, habitualmente la pareja, familia o compañeros de piso.

- Los despertares bruscos con sensación de ahogo.

¿Cómo puede prevenirse la apnea del sueño?

Aunque es un problema severo, afortunadamente se puede prevenir mediante diversas estrategias.

La más importante sería el control del peso corporal para mantener un índice de masa corporal por debajo de 27,5. También se debe evitar la ingesta de alcohol o de fármacos sedantes o hipnóticos. Además, es importante evitar dormir en las posturas que hacen más probable el ronquido, principalmente boca arriba.

El especialista en Otorrinolaringología debe también favorecer el paso de aire por la nariz en vez de por la boca, mediante lavados nasales o instilaciones de fármacos vía nasal.

Tratamiento para la apnea del sueño

La apnea del sueño no solo se puede, sino que se debe tratar adecuadamente. Se calcula que casi la mitad de las personas con apnea del sueño están sin diagnosticar y por tanto sin tratar. Esto produce un riesgo de padecer importantes enfermedades derivadas de la falta de oxigenación nocturna y de un importante trastorno en la calidad de su sueño.

Para el diagnóstico y tratamiento adecuado, lo ideal es contar con una Unidad de Sueño formada por diferentes especialidades, centradas en un médico especialista en sueño (preferentemente un neurofisiólogo clínico o un neumólogo) y un cirujano especialista en sueño, que suele ser un otorrinolaringólogo con formación específica en este campo.

La apnea del sueño es multifactorial y por tanto no existe un único tratamiento para todos los pacientes. Lo normal es que los pacientes necesiten de varias técnicas o terapias para tratar adecuadamente su problema de sueño.

Para el diagnóstico adecuado hay que combinar dos análisis, uno funcional que es la video-polisomnografía y otro anatómico que es la somnoscopia. La unión de estas dos pruebas aporta no solo un diagnóstico de la calidad el sueño y la gravedad de la apnea, sino que permite identificar de forma muy exacta los lugares de obstrucción para determinar el tratamiento más adecuado.

Dentro del tratamiento se pueden usar dispositivos de presión continua en las vías respiratorias para mantener abierta la faringe durante el sueño. El más conocido de ellos es la CPAP, que se puede usar en combinación con cojines posicionadores, dispositivos mandibulares de avance, terapias de pérdida de peso y fármacos o dispositivos para ampliar la respiración nasal.

En casos seleccionados la cirugía de la vía respiratoria en sus múltiples variantes (nasal, faríngea, de base de lengua o maxilo-mandibular) puede llegar a curar o mejorar significativamente la apnea.

Otorrinolaringología