Últimos avances en la cirugía colorrectal
La aparición de la cirugía colorrectal mínimamente invasiva (laparoscopia y cirugía a través de puerto único) ha supuesto un gran avance en la cirugía de las lesiones rectales. Esta nueva técnica permite realizar la extirpación del tumor, aportando las ventajas de la mínima invasión, como la recuperación precoz, el menor dolor postoperatorio y la menor estancia postoperatoria.
Pese a estas ventajas, la realización de una cirugía de resección rectal puede conllevar la aparición de complicaciones tanto a nivel abdominal, como aquellas derivadas de la realización de una anastomosis (unión de los cabos), como puede ser la dehiscencia de sutura, aparición de problemas de continencia, entre otras.
Cirugía transanal mínimamente invasiva
Dentro de los últimos avances en el abordaje de la patología rectal, cabe destacar la cirugía transanal mínimamente invasiva (TAMIS, en sus siglas en inglés).
Esta técnica, descrita inicialmente por el grupo de Cirugía Colorrectal de Orlando en 2010, permite extirpar lesiones rectales benignas, como pólipos no resecables por vía endoscópica, así como algunas lesiones malignas en estadios iniciales, por vía transanal.
De esta manera, se pretende evitar las posibles complicaciones asociadas a una cirugía convencional por vía abdominal con resección del recto, permitiendo una mejor recuperación, con menor dolor y menor estancia postoperatoria.
Además, al ser un abordaje transanal, se pueden evitar las complicaciones a nivel de la pared abdominal, así como complicaciones derivadas de la realización de una anastomosis colorrectal baja.
Aun así, es fundamental una valoración individualizada de cada paciente y cada lesión por parte de un equipo de cirujanos con experiencia en cirugía colorrectal y cirugía mínimamente invasiva para valorar la indicación de este abordaje.