Un ataque de pánico como consecuencia de experiencias y vivencias
El pánico está incluido dentro de los trastornos por ansiedad en el manual diagnóstico DSM IV y, desde el psicoanálisis es estudiado con las fobias en la serie miedo-temor-terror-pánico, o como forma extrema de la angustia.
¿Qué es un ataque de pánico y cómo se presenta?
El ataque de pánico es una reacción súbita, intempestiva que afecta e invade toda la personalidad. Produce un estado de parálisis del individuo, que queda totalmente inerme e indefenso ante la crisis y es incapaz de resolverla por sí solo. Debe recurrir perentoriamente al auxilio ajeno para mitigarla.
Tiene 2 tiempos:
- El primero es psíquico, sus desencadenantes suelen ser situaciones conflictivas con personas del entorno cercano (familiar laboral), o bien situaciones del contexto que las evoquen. Es singular para cada individuo
- El segundo tiempo es somático y consiste en una reacción neurovegetativa, propia de la especie y se expresa con taquicardia, sensación de ahogo, falta de aliento, palpitaciones, sudoración, mareos o desmayo, náuseas, miedo a perder el control, a morir o a volverse loco
¿Cómo debe ser tratado?
Es conveniente armar una red, un equipo de contención y soporte que ayude al paciente durante las crisis. Pueden ser familiares, vecinos, médicos de confianza y Psicoterapeuta.
El tratamiento de base puede ser psicoanálisis o psicoterapia, para ir logrando que el paciente disminuya su temor y ansiedad inicialmente, para luego ir logrando reconocer y resolver las situaciones de fondo (usualmente conflictos de odio no expresado) que disponen a las crisis.
Los psicofármacos son un buen complemento para aliviar y calmar la angustia de base.