Un nuevo avance que detecta con precisión el Alzheimer: Método tau-PET
Investigadores de la Universidad de Lund, en Suecia, han desarrollado un sistema que puede detectar eficazmente la expansión de los depósitos de proteína tau en el cerebro del paciente, este sistema se llama el método tau-PET.
Un nuevo avance: el método que detecta con precisión el Alzheimer
En la actualidad las pruebas para realizar un diagnóstico certero sobre el Alzheimer pueden ser difíciles, máxime cuando existen otros padecimientos (como la demencia senil) que causan síntomas similares. De ahí la necesidad de contar con un método que sea capaz de diagnosticar esta enfermedad sin error.
Investigadores de la Universidad de Lund, en Suecia, han desarrollado un sistema que puede detectar eficazmente la expansión de los depósitos de proteína tau en el cerebro del paciente. ¿Por qué es tan sorprendente este hecho? Porque este es el único síntoma del Alzheimer que marca la diferencia con otras enfermedades. En otras palabras: han puesto en marcha un método tan eficaz que se puede detectar el Alzheimer en sus primeras etapas.
¿Qué es el método tau-PET?
Debemos comenzar por mencionar que hay dos proteínas íntimamente ligadas al Alzheimer desde sus primeras etapas: la beta amiloide (que forma varias placas en el cerebro) y la tau (la que forma una especie de “nudos” al interior de las neuronas). De ellas, la tau se desarrolla en las fases tardías del Alzheimer y abarca desde los lóbulos temporales y se expande a otras regiones cerebrales.
Una vez llegado a esto, es cuando “el paciente experimenta los síntomas graves de la enfermedad y, al realizarle estudios, se encuentran con el nivel de la proteína tau tan elevado que irremediablemente se está ante un cuadro de Alzheimer avanzado”, explica el investigador principal de la Universidad de Lund y el Centro Médico de la Universidad de Amsterdam, Rik Ossenkoppele.
Para llegar a este nivel, primero se debe identificar a la beta amiloide, ya que esta se extiende por todo el cerebro muchísimo antes de que aparezca la tau, incluso pueden pasar décadas antes de que la beta amiloide desate los primeros (y confusos) síntomas de la enfermedad. En este punto es donde se llega a confundir con la demencia senil (en la que se pierde un poco la memoria, pero regresa al cabo de poco tiempo, empiezan los olvidos de cosas cotidianas de manera frecuente y se limita el razonamiento).
Una vez identificado esto, Oskar Hansson, profesor de Neurología en la Clinical Memory Research Unit, de la Universidad de Lund (según lo publicado en el artículo del Journal of the American Medical Association, JAMA), explica que existe una nueva técnica para detectar la presencia de la proteína tau en el cerebro del paciente afectado. Consiste en realizar un escáner tipo PET pero con un marcador especial suministrado por vía intravenosa. ¿Qué sucede entonces? Que si existiera la presencia de la tau en altas concentraciones, el marcador lo identificará y el neurólogo podrá ver las imágenes en el escáner.
Diagnóstico altamente efectivo
Pudiera ser un elemento relativamente sin relevancia, pero con esa modificación en la realización del PET se pudo determinar en este estudio la presencia del Alzheimer con una precisión de entre el 90-95% de los casos y sólo un falso positivo, con lo que no es necesario llegar a los estadios avanzados de la enfermedad para realizar el diagnóstico.
El método tau-PET ha superado con creces a otros métodos, como la resonancia magnética e incluso al PET de beta amiloide. “Es tan simple y a la vez compleja la diferencia que, si un paciente tiene mucha presencia de tau en el cerebro, claro, según el estudio tau-PET, esto se debe al Alzheimer. En cambio, si dichos niveles son normales y hay evidencia de demencia de leve a moderada, podríamos decir que se trata de problemas de memoria asociados a otros trastornos neurológicos y no al Alzheimer”, dice Hansson.
Para el profesor Hansson, este método funciona perfecto porque “aunque aún no se descubre la cura definitiva para el Alzheimer, creemos que es fundamental detectarlo de manera precoz, lo más temprano posible, para que podamos desarrollar algún fármaco que pueda frenar su evolución, además de darle un tratamiento integral al paciente a través del ejercicio físico, la dieta controlada y demás factores ambientales”, concluye el experto.
Fuente: Lund University https://bit.ly/2xATVRg