Uso excesivo del pulgar: diagnóstico y manejo de la Rizartrosis
La Rizartrosis, también conocida como Artrosis de la base del pulgar, es una afección degenerativa que afecta la articulación trapecio-metacarpiana, ubicada en la base del pulgar.
Esta enfermedad es especialmente común en mujeres mayores de 50 años y se caracteriza por el desgaste del cartílago que recubre los huesos de esta articulación, lo que provoca dolor y limita el movimiento de la mano.
¿Qué es la Rizartrosis?
La Rizartrosis es una forma de Artrosis que afecta la articulación entre el hueso trapecio y el primer hueso metacarpiano, los cuales permiten los movimientos de oposición del pulgar, fundamentales para funciones como sujetar objetos, escribir o abrir frascos. Con el tiempo, el cartílago que amortigua los movimientos se desgasta debido al envejecimiento y al uso repetitivo de la mano, lo que provoca fricción entre los huesos y genera inflamación y Dolor Crónico.
Factores de Riesgo
- Edad: la Rizartrosis es más frecuente a partir de los 50 años
- Sexo: afecta principalmente a las mujeres, posiblemente debido a factores hormonales y anatómicos
- Uso repetitivo: actividades que implican el uso constante del pulgar, como escribir o manipular herramientas, aumentan el riesgo
- Genética: personas con antecedentes familiares de artrosis tienen más probabilidades de desarrollar la enfermedad
Síntomas de la Rizartrosis
Los síntomas suelen desarrollarse lentamente, pero progresan con el tiempo. Los más comunes incluyen:
- Dolor en la base del pulgar, especialmente al realizar movimientos de pinza o agarrar objetos
- Hinchazón y sensibilidad en la base del pulgar
- Dificultad para realizar tareas manuales, como abrir una botella, girar una llave o usar un teléfono
- Sensación de rigidez y limitación en la movilidad del pulgar
- Crujidos o chasquidos al mover el pulgar
Diagnóstico
El diagnóstico de la Rizartrosis se realiza mediante una combinación de evaluación clínica y estudios de imagen como Radiografías, que permiten visualizar el desgaste del cartílago y la presencia de osteofitos (pequeños crecimientos óseos). En casos más avanzados, una Resonancia Magnética puede ser necesaria para evaluar la extensión del daño.
Tratamientos para la Rizartrosis
El tratamiento de la Rizartrosis depende de la gravedad de la afección. En etapas iniciales, el enfoque es conservador, mientras que en casos avanzados se puede recurrir a la cirugía.
Tratamiento conservador
- Kinesiología y Rehabilitación: el primer paso en el tratamiento suele ser la Fisioterapia, con ejercicios destinados a fortalecer los músculos de la mano y mejorar la movilidad. Además, se pueden usar férulas para estabilizar la articulación y reducir el dolor
- Medicamentos anti-inflamatorios: para aliviar el dolor y la inflamación, se pueden prescribir Anti-inflamatorios No Esteroideos (AINEs) y analgésicos
- Infiltraciones de corticoides: en algunos casos, las inyecciones de corticoides en la articulación pueden reducir temporalmente la inflamación y el dolor
Tratamiento quirúrgico
Cuando los tratamientos conservadores no son efectivos y la Rizartrosis limita considerablemente la calidad de vida, se puede recurrir a la cirugía. Las opciones incluyen:
- Artroscopía de Pulgar: en casos moderados, se puede realizar una Artroscopía, un procedimiento mínimamente invasivo que permite tratar las lesiones del cartílago utilizando una pequeña cámara. Este procedimiento ambulatorio se realiza con anestesia local y permite una rápida recuperación
- Artroplastía o Reemplazo Articular: en casos más graves, se puede optar por la Artroplastía, que implica el reemplazo de la articulación con una prótesis. Este procedimiento ha demostrado ser altamente exitoso, con una recuperación más rápida en comparación con técnicas quirúrgicas más antiguas. Los pacientes pueden comenzar a mover el pulgar a las dos semanas de la cirugía y luego iniciar rehabilitación para recuperar la funcionalidad completa
Especialista en Rizartrosis
La Rizartrosis, aunque debilitante, tiene tratamientos efectivos que permiten mejorar la calidad de vida de los pacientes. Desde terapias conservadoras hasta técnicas quirúrgicas avanzadas como la artroplastia, las personas con esta afección pueden volver a realizar tareas cotidianas sin dolor. Si se experimenta síntomas de Rizartrosis, es fundamental acudir a un especialista en Ortopedia o Traumatología para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuado a tiempo.