Varices en el embarazo
En el Sistema Circulatorio, las arterias llevan la sangre oxigenada desde el corazón a todos los órganos del cuerpo y, por el contrario, las venas son las encargadas de devolver la sangre “sucia” al corazón y a los pulmones para volverla a oxigenar.
Estas venas funcionan a nivel de las extremidades inferiores, sobre todo al estar de pie, contrarias a la gravedad, y cuando se dilatan y estropean sus válvulas aparecen las varices. Así pues, las varices se consideran venas enfermas que se van dilatando.
Las varices aparecen como resultado de una serie de factores causales: la herencia y el género. El sexo femenino está más predispuesto a padecer varices debido a las hormonas, lo que implica que aparezcan con los ciclos menstruales y se agraven durante el embarazo y la menopausia.
La obesidad es el factor común a ambos sexos asociados a la falta de ejercicio y al factor hereditario.
Síntomas de las varices
Los síntomas de las varices más frecuentes son:
- pesadez de piernas
- cansancio
- calambres
- hormigueos, principalmente en las de las piernas cuando se ha estado demasiado tiempo en la misma postura, por ejemplo en la butaca de un cine, tren, avión, etc.
- sensación de calor
- quemazón
- escozor,
- picazón
- también puede aparecer la hinchazón o edema de piernas después de un día de trabajo, de estar mucho tiempo sentado o de pie, al final de un largo viaje o antes del período menstrual
Tras la aparición de estos síntomas, las piernas se cubren de arañas vasculares antiestéticas y varicosidades. Después la insuficiencia venosa aumenta y aparecen las venas dilatadas, serpenteando a lo largo de las piernas, serán verdaderas várices, que irán acompañadas, antes o después, de lesiones dermatológicas leves, como los eccemas, o graves, como las úlceras.
Varices en el embarazo
Debido a los cambios hormonales durante el embarazo, las venas se dilatan, lo que empeora la posibilidad del buen funcionamiento valvular, así como la presión del feto sobre las venas cava e iliaca y se dificulta el retorno venoso. Si además hay antecedentes varicosos en la familia, si no es el primer embarazo, si la embarazada está mucho tiempo de pie o sentada, hace poco deporte y, sobre todo, en épocas de mucho calor, aparecen más los síntomas que suponen una gran sobrecarga para la circulación de la madre y del feto. Todo ello limita el bienestar de la embarazada y, además del problema estético, existen los riesgos por inflamación de las venas patológicamente dilatadas.
Cualquier medida que disminuya la presión en las venas y ayude al retorno venoso de la sangre “sucia” al corazón, es eficaz para prevenir las varices durante el embarazo. Conviene evitar estancias prolongadas de pie o sentada, andar a diario, practicar natación, hacer excursiones en bicicleta, evitar los baños calientes y el Sol.
En caso de tener que estar largas estancias sentadas, es recomendable mover los pies y piernas con frecuencia.
Por la noche, se deben elevar las piernas en una posición cómoda y colocarse medias de compresión elásticas adecuadas.
Tratamiento varices: cómo eliminar las varices
Durante el embarazo no se aconseja tomar medicación oral hasta pasado el cuarto mes, ya que los peligros de perjudicar al feto en lugar de beneficiarlo son excesivos. Tampoco se aconseja el tratamiento con inyecciones esclerosantes o la cirugía salvo en caso de una urgencia. No se debe actuar sobre las varices ya que se ha demostrado que después del parto, en el 80% de los casos las varices mejoran solas, al desaparecer la compresión y el cambio hormonal.
La mujer embarazada que espera a su hijo/a con alegría, debería estar lo bastante motivada como para prevenir dichas varices, consultando al angiólogo y cirujano vascular ante los primeros síntomas, ya que así se informará de la mejor prevención, ejercicios favorables y en su caso de la utilización de unas medias elástica de compresión adecuadas a su caso.
Después de un período de recuperación postparto, ya se pueden tratar las varices residuales con diferentes tipos de escleroterapia, según el tipo de varices residuales; evitando en todo momento la cirugía.