Várices: medidas higiénico-dietéticas para el tratamiento
Las causas más comunes de sufrir Várices son la predisposición genética, el Sobrepeso y el sedentarismo.
Los síntomas típicos de la presencia del Várices incluyen cansancio y pesadez, acompañados ocasionalmente de Edema en miembros inferiores, que tiende a mejorar durante el decúbito y empeorar con el tiempo prolongado de pie o sentado.
¿Cómo se realiza una evaluación precisa?
La evaluación inicial de las Várices consta de un interrogatorio sobre antecedentes familiares, Embarazos previos, actividad física y trabajo. Posteriormente, se realiza un examen físico para evaluar la presencia de Várices e hinchazón.
El diagnóstico preciso se logra mediante un Ecodopler Venoso color bilateral de miembros inferiores, permitiendo determinar la terapéutica más adecuada.
Opciones Terapéuticas: no quirúrgicas y quirúrgicas
Existe el tratamiento médico que conlleva medidas higiénico-dietéticas que conllevan un Control del Peso, es decir, es necesario que el paciente realice actividad física y cambie sus hábitos no saludables. Esta opción se acompaña del uso de fármacos como los flebotónicos junto con compresión elástica.
En casos avanzados, se considera el tratamiento quirúrgico, que conlleva opciones térmicas o no térmicas, utilizando calor como parte del procedimiento.
Importancia de la prevención
La prevención se realiza de forma primaria y secundaria. La prevención primaria consiste en mantener un estilo de vida activo, controlar el peso y utilizar medidas de compresión elástica.
En casos donde las Várices ya existen, la prevención secundaria busca evitar complicaciones como Úlceras Venosas, Tromboflebitis o Edemas, mediante cambios en los hábitos y tratamientos específicos.