Vértigos: ¿Por qué se producen?

Vértigos: ¿Por qué se producen?

Top Doctors
Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 02/06/2019

El Dr. Humbert Massegur es una eminencia de la especialidad de Otorrinolaringología en Girona, pionero en España en cirugía endoscópica nasosinusal y de base de cráneo. Doctorado con Calificación Cum Laude por la Universidad Autónoma de Barcelona, como experto en su campo ha escrito diversos artículos y ha dirigido varios cursos. Ha sido Jefe de Servicio de ORL en el Hospital de Sta. Caterina en Girona.

 

¿Qué diferencia existe entre mareo y vértigo?

De entrada vértigo viene del latín “vertere” que significa dar vueltas, por tanto vértigo es la sensación de que el entorno o uno mismo está dando vueltas. Mareo es la sensación de mal estar, de inestabilidad, de tener ganas de vomitar pero vértigo, propiamente dicho, solamente es cuando uno tiene sensación de rotación o ve el entorno que da vueltas.

 

¿Por qué se producen los vértigos?

El sistema del equilibrio puede considerarse como un trípode en el cuál interviene por un lado la vista, por otro lado el sistema muscular de articulación y táctil y por otra parte el sistema que tenemos dentro del oído que es el sistema que llamamos vestibular, es decir hay tres circuitos que nos dan la sensación de rotación y otro, una zona más amplia en la cual nos da la sensación de desplazamiento anterior, posterior, lateral, etc.

 

Debemos considerar el sistema del equilibrio como si tuviéramos un ordenador central que sería el cerebelo y unos periféricos que nos dan la información. Estos periféricos son los que hemos dicho, es decir: la vista que nos da la situación de lugar, las articulaciones y la musculatura y el tacto de la planta del pie por ejemplo que nos dan la sensación de que estamos de pie y por otra parte el sistema vestibular en el oído nos dan las sensaciones de desplazamiento y de movimiento hacia delante y hacia atrás, hacia arriba o de rotación. Si todo esto coincide significa que el equilibrio es perfecto, en el momento que alguno de estos sistemas falla es cuando tenemos inestabilidad o incluso una crisis de vértigo, es decir, el ordenador central manda una información a los periféricos para que corrijan lo que está fallando y para corregirlo puede llegar a tener que hacer que la persona caiga al suelo debido a que no se puede sostener por que los periféricos precisamente fallan.

 

A partir de aquí distinguiremos entre vértigos centrales o vértigos periféricos, cuando hablamos periféricos se refiere a los vértigos que vienen dados sobre todo por el sistema vestibular que tenemos en el oído y vértigos centrales cuando falla el ordenador central. Hay cinco tipos de vértigos que pueden considerarse periféricos que son muy definidos, es decir, tenemos en primer lugar el vértigo paroxístico posicional benigno, que es un vértigo que tiene unas características especiales, es decir, aparece cuando nos tumbamos sobre un lado o nos levantamos súbitamente, pero que dura muy poquito aunque es recurrente. Tenemos la neuritis vestibular, que es una infección, por un virus probablemente, del nervio vestibular y esto da una gran crisis de vértigo inicialmente pero que va desapareciendo poco a poco y casi espontáneamente durante el mes siguiente, esto es producido por que este fallo que sería comparable al fallo del motor de un avión, es decir, el motor del avión falla de un lado el avión se tuerce pero el piloto lo vuelve a recolocar para poder aterrizar. La función del piloto la haría el sistema central para compensar el lado que está fallando. El tercer vértigo sería el vértigo conocido como Ménière, el Ménière necesita una serie de características para poder ser llamado así: tiene que haber, evidentemente vértigo, una pérdida de audición simultánea con el vértigo, que puede ser o no fluctuante un acúfeno casi coincidente con el vértigo y una sensación de plenitud en el oído; esto sería un Ménière clásico.

Vértigo es la sensación de que el entorno o uno mismo está dando vueltas
 

Luego tenemos una entidad de, entre comillas, nueva aparición o nueva clasificación que es la migraña vestibular, es decir, la migraña en lugar o además de dar dolor de cabeza da unas crisis de vértigo muy parecidas a las del Ménière pero sin pérdida de audición. Hay un quinto tipo en el que se meterían el resto de sensaciones de inestabilidad, vértigo no demasiado claro que le llamamos mareo subjetivo crónico. Estos serían los considerados periféricos.

 

El vértigo central que no es el más frecuente pero que es el más grave, es el que se produce por fallos importantes a nivel de cerebro por ejemplo infartos cerebrales, hemorragias cerebrales y estos son los realmente urgentes y los que pueden poner en riesgo incluso la vida del paciente.

 

El diagnóstico de los vértigos se basa sobre todo en la historia clínica en el interrogatorio con el paciente, el paciente explica sus síntomas y casi dos tercios del diagnóstico dependen de estos síntomas el tercio restante está en la exploración física y las pruebas complementarias que existen y que son muy específicas y sirven para encuadrar mejor cada uno de los vértigos. Una vez encuadrado y diagnosticado el tipo de vértigo, cada uno de ellos tiene un tratamiento diferente. Por ejemplo el vértigo posicional paroxístico benigno se trata con unas maniobras que llamamos de reposición, es decir, tenemos unas partículas dentro del oído que nos dan estas sensaciones de aceleración y desaceleración situadas en la parte más ancha del sistema vestibular, pero si alguna de ellas se desplaza al desplazarse en la zona donde están estos conductos semicirculares que hemos comentado se produce una sensación de rotación sin que exista rotación.

 

Para tratar esto hacemos una serie de maniobras con la cabeza y el cuerpo de forma que podamos restituir estas partículas dentro del sistema vestibular o diluirlas incluso en los líquidos que tenemos ahí dentro En cuanto a la neuritis vestibular principalmente el tratamiento es de rehabilitación, es decir, hacer ejercicios para que el piloto que hemos dicho, el cerebelo, el cerebro consigan reposicionar el cuerpo debido a que falla un lado. El síndrome de Ménière o enfermedad de Ménière necesita un tratamiento químico con diuréticos, con sedantes del sistema vestibular, con corticoides, dependiendo de cada parte de la enfermedad e incluso se propone o se trata con inyecciones intratempánicas de corticoide. Referente a la migraña vestibular se trata como una migraña cualquiera, es decir, con Flunarizina, con vasodilatadores, etc. En cuento al vértigo subjetivo crónico eso depende de cada paciente, ya hemos dicho que es un cajón de sastre entonces de cada síntoma del paciente se tratan los síntomas. El vértigo central requiere ingreso, requiere un tratamiento mucho más agresivo para intentar salvar la zona que pueda haberse visto afectada por una afectación circulatoria o infartos o cualquier tipo de estos.

Otorrinolaringología