Zonas que pueden verse afectadas por la Neuralgia Pudenda
El nervio pudendo a lo largo de su recorrido pasa por distintos desfiladeros, que se describen como posibles puntos de atrapamiento del nervio pudendo.
- La pinza formada entre los ligamentos sacrotuberoso y sacroespinoso (el 70% de los casos de atrapamiento estudiados se localizan en esta zona).
- El canal de Alcock (20% de los casos).
- El proceso falciforme del ligamento sacro-tuberoso.
- Cualquier lugar a lo largo del trayecto del nervio pudendo o de sus ramas.
Diagnóstico de la Neuralgia Pudenda
El diagnóstico de la Neuralgia Pudenda se hace sobre todo a partir de los síntomas. Las pruebas de imagen (Rx, Resonancia magnética, TAC, ecografía) sólo pueden estar indicadas para descartar otra patología.
El electromiograma (EMG) puede ser de ayuda, pero no siempre es concluyente.
¿Qué podemos hacer en la Unidad de dolor con la neuralgia pudenda?
La mayoría de los pacientes que acuden a la consulta del especialista en Unidad del Dolor ya han tomado diversas medicaciones como analgésicos/antiinflamatorios, relajantes musculares o medicación para dolor neuropático, como Amitryptilina (Tryptizol), Pregabalina (Lyrica), Gabapentina (Neurontin) sin obtener mejoría.
Tratamiento de la Neuralgia Pudenda
No describiré el tratamiento quirúrgico, porque no es mi especialidad, aunque puede ser otra alternativa en casos que no mejoran con técnicas conservadoras. El problema que la mayoría de pacientes encuentran con la cirugía es que no hay muchos especialistas dedicados a esta patología.
Uno de los tratamientos recomendados en todas las guías es la fisioterapia o rehabilitación del suelo pélvico. Existen unidades y centros especializados en este tipo de fisioterapia que suelen ser de ayuda.
En aquellos casos que tampoco mejoran con este tratamiento, en la Unidad de dolor realizamos inicialmente bloqueos anestésicos del nervio pudendo. Este tratamiento es sencillo; suele ser molesto pero no doloroso y en muchos casos el dolor suele mejorar durante meses. Cuando el dolor retorna se pueden repetir sin ningún problema.
En los casos que la mejoría con los bloqueos anestésicos no sea duradera, se realiza la radiofrecuencia pulsada de nervios pudendos. Este tratamiento se realiza en quirófano, de forma ambulante, con anestesia local y si es preciso sedación del paciente (aquellos que lo precisen por ansiedad o nerviosismo). Se hace con la ayuda de ecografía o rayos x para localizar los nervios y consiste en la aplicación de un tipo de corriente de alta frecuencia (radiofrecuencia) durante 6 minutos que disminuye la irritabilidad de los nervios y suele mejorar el dolor de forma significativa. No es un tratamiento definitivo y puede requerir repetirlo al cabo de varios meses o años.
En aquellos casos más difíciles y que no han mejorado con ningún tratamiento previo, el siguiente paso que se plantea es el implante de electrodos de estimulación sacra.
Los electrodos sacros se implantan también en quirófano, con sedación y anestesia local. Se realiza en 2 fases: una inicial de prueba, en la que el paciente es portador de los electrodos durante un periodo de 2-4 semanas y si se obtiene mejoría, posteriormente necesita el implante de una pila, generador o batería (parecida a un marcapasos) que es la que administrará la energía para el alivio del dolor. Este tratamiento suele tener un alto grado de eficacia en casos difíciles.