¿Qué es un Acceso para Hemodiálisis?
Un Acceso para Hemodiálisis es una conexión directa entre el sistema circulatorio y el exterior del cuerpo, creada específicamente para permitir que la sangre sea extraída y filtrada durante el tratamiento de diálisis. Esta conexión es esencial para realizar la Hemodiálisis, un procedimiento que sustituye la función de los riñones cuando estos dejan de funcionar adecuadamente.
¿Por qué se realiza?
La Hemodiálisis es un tratamiento vital para personas con Enfermedad Renal Crónica. Los Accesos Vasculares son necesarios porque permiten un flujo sanguíneo adecuado y sostenido hacia la máquina de Diálisis, lo que garantiza una filtración eficaz de la sangre y la eliminación de toxinas.
¿En qué consiste?
Existen diferentes tipos de Accesos Vasculares, pero los más comunes son:
- Fístula Arteriovenosa (FAV): es el acceso preferido debido a su durabilidad y bajo riesgo de complicaciones. Se crea quirúrgicamente uniendo una arteria y una vena en el brazo o la muñeca para aumentar el flujo sanguíneo en la vena
- Injerto arteriovenoso: similar a la FAV, pero se utiliza un tubo sintético para conectar la arteria y la vena
- Catéter: un tubo flexible que se inserta en una vena de gran calibre, generalmente en el cuello o la ingle. Se utiliza como acceso temporal o cuando no es posible crear una FAV o un injerto.
Preparación para el procedimiento
La preparación para la creación de un acceso vascular varía según el tipo de acceso y las condiciones del paciente. Generalmente, incluye:
- Evaluación médica: el médico evaluará la salud general del paciente, incluyendo la función cardíaca y la circulación
- Estudios de imagen: se pueden realizar Ecografías o Angiografías para evaluar la anatomía vascular
- Instrucciones preoperatorias: el paciente recibirá instrucciones sobre cómo prepararse para la cirugía, incluyendo ayuno y medicamentos
Cuidados tras la intervención
Los cuidados posoperatorios son fundamentales para garantizar la maduración y el buen funcionamiento del Acceso Vascular. Incluyen:
- Protección del acceso: evitar tomar la presión arterial, extraer sangre o colocar torniquetes en el brazo con el acceso
- Ejercicios: realizar ejercicios específicos para fortalecer los vasos sanguíneos y mejorar el flujo sanguíneo
- Vigilancia de signos de infección: informar al médico si se presenta enrojecimiento, dolor, hinchazón o fiebre en el área del acceso
Alternativas a este tratamiento
La Hemodiálisis es el tratamiento de sustitución renal más común, pero existen otras alternativas, como:
- Diálisis Peritoneal: en este procedimiento, se utiliza una solución de Diálisis que se introduce en el abdomen a través de un catéter
- Trasplante Renal: es la opción terapéutica definitiva, pero requiere un donante compatible
¿Qué especialista lo realiza?
La creación y el seguimiento de los Accesos Vasculares son realizados por un Nefrólogo, un médico especializado en Enfermedades del Riñón. Sin embargo, la cirugía para crear la FAV o el injerto suele ser realizada por un Cirujano Vascular.