¿Qué es la Cardiología Deportiva?
La Cardiología Deportiva es el conjunto de pruebas que se realizan para conocer las enfermedades del músculo cardíaco que puedan suponer un peligro para el paciente a la hora de practicar cualquier deporte. Mediante una serie de ejercicios, este análisis permite reconocer la tolerancia y adaptación del corazón tras una exigencia física intensa.
¿En qué consiste?
Cada paciente puede requerir con mayor urgencia unas pruebas determinadas, en función de sus necesidades, historial médico y deporte que practique. Las principales pruebas de Cardiología Deportiva son:
- Electrocardiograma: es la prueba básica para controlar el ritmo cardíaco. Mediante electrodos se registra la frecuencia cardíaca y pueden detectarse Arritmias
- Ecocardiograma: esta prueba de imagen permite observar la actividad del corazón mediante Ultrasonidos, de forma que pueden observarse anomalías que no se hubieran detectado en el Electrocardiograma. Esta prueba es especialmente útil para detectar posibles causas de Muerte Súbita
- Holter de Presión Arterial: el Holter va midiendo los valores cardíacos del paciente durante varias horas (hasta 24 horas) mientras realiza su actividad diaria habitual y observar con qué actividades o en qué momentos del día la presión se desestabiliza
- Prueba de Esfuerzo (Ergoespirometría): tras disponer de los datos de presión arterial mediante el Ecocardiograma y el Holter con el paciente en reposo, se pasa a comparar estos valores con los que resulten estando en movimiento o realizando actividad física. Para ello, el paciente corre en una cinta o pedalea en una bicicleta estática, mientras se le monitorea para medir el estado de su sistema vascular, respiratorio y de gasto energético.
¿Por qué se realiza?
Esta serie de pruebas van dirigidas tanto a atletas profesionales, como a aficionados y personas que se inician en una nueva actividad deportiva. El deporte pone nuestro cuerpo y corazón al límite, y es fundamental conocer hasta qué punto se puede alcanzar sin perjudicar su estado de salud.
Mediante estos exámenes, se busca pues evitar problemas cardíacos graves como Infartos, Síndrome de Brugada o Muerte Súbita, así como controlar los casos de pacientes operados del corazón, con Arritmias, Insuficiencia Cardíaca o Cardiopatías Congénitas
Así, el objetivo de la disciplina es que los deportistas cuenten con el asesoramiento y las pruebas necesarias para evitar riesgos en su salud con la práctica deportiva, así como para garantizar a las personas con enfermedades como Cardiopatías que puedan continuar haciendo deporte.
Preparación para la Cardiología Deportiva
Se recomienda realizar un chequeo de Cardiología Deportiva anual a todos los atletas, sobre todo a aquellos que presenten problemas cardíacos. También deben acudir aquellos pacientes que tienen patologías cardíacas y van a iniciar una nueva actividad deportiva, para conocer de antemano si puede perjudicar su salud. Por supuesto, aquellas personas que presenten síntomas como Arritmias, Dolor en el Pecho, Mareos o dificultad para respirar durante la práctica deportiva, deberán realizar estos exámenes para hallar la causa.
Estos exámenes son mínimamente invasivos y no requieren preparación especial por parte del paciente. El especialista Cardiólogo puede recomendarle acerca de qué ropa debe llevar o qué alimentos y bebidas puede tomar antes de las pruebas, ya que las bebidas estimulantes como el café o el té suelen ser desaconsejadas para no alterar los resultados.
¿Qué se siente durante el examen?
Las pruebas de Cardiología Deportiva son procesos mínimamente invasivos, que no son dolorosos para el paciente. La única particularidad es que durante la Prueba de Esfuerzo el paciente será llevado al límite de su resistencia, con lo que se sentirá cansado o incluso puede sentirse mareado y con dificultad para respirar.
Significado de resultados anormales
Los resultados anormales en las pruebas de Cardiología Deportiva pueden significar que el paciente presenta alguna patología cardíaca (como Arritmias o Insuficiencia Cardíaca) y puede suponer que no puede seguir practicando determinados deportes o al menos no a una intensidad elevada.
Será el especialista Cardiólogo quien valorará los resultados y puede incluso repetir algún examen o prescribir nuevas pruebas para confirmar el diagnóstico.