¿Qué son los Hilos Japoneses?
Los Hilos Japoneses, también conocidos como Hilos Tensores o Hilos PDO (Polidioxanona), son finas hebras de material biocompatible y absorbible que se insertan bajo la piel para tensar y levantar los tejidos faciales y corporales.
Estos hilos son especialmente valorados por su capacidad para estimular la producción de colágeno, lo que ayuda a mejorar la firmeza y elasticidad de la piel con el tiempo.
¿Por qué se realiza el tratamiento con Hilos Japoneses?
El tratamiento con Hilos Japoneses se realiza para combatir los signos del envejecimiento, como la Flacidez y las arrugas, sin necesidad de recurrir a procedimientos quirúrgicos. Los principales motivos por los que se opta por este tratamiento incluyen:
- Levantamiento facial: corregir la flacidez en el rostro, especialmente en áreas como los pómulos, la mandíbula y el cuello
- Rejuvenecimiento: mejorar la textura de la piel y reducir la apariencia de arrugas finas
- Definición del contorno: realzar las facciones faciales, como los pómulos y la línea de la mandíbula
- Efecto inmediato: los resultados son visibles de inmediato y continúan mejorando a medida que se produce nuevo colágeno
¿En qué consiste?
El procedimiento con Hilos Japoneses es mínimamente invasivo y se realiza bajo anestesia local. Consiste en la inserción de los hilos bajo la piel a través de una aguja fina. Los hilos son colocados estratégicamente para levantar y tensar las áreas deseadas.
El procedimiento suele durar entre 30 minutos y una hora, dependiendo de las áreas tratadas. Al ser un tratamiento no quirúrgico, no deja cicatrices visibles y el tiempo de recuperación es mínimo. Además del efecto tensor inmediato, los hilos estimulan la producción de colágeno, mejorando la firmeza y la elasticidad de la piel a largo plazo.
Preparación para el procedimiento
Antes de someterse a un tratamiento con Hilos Japoneses, es importante seguir ciertas recomendaciones para garantizar los mejores resultados:
- Consulta inicial: realizar una consulta con un especialista para evaluar la viabilidad del tratamiento y discutir los objetivos estéticos
- Evitar anticoagulantes: se recomienda evitar el consumo de medicamentos anticoagulantes y suplementos que puedan aumentar el riesgo de hematomas, como la aspirina o la vitamina E, al menos una semana antes del procedimiento
- No fumar: evitar fumar antes del tratamiento para mejorar la cicatrización y los resultados
Cuidados tras la intervención
Después del procedimiento, es fundamental seguir ciertos cuidados para asegurar una recuperación óptima y prolongar los efectos del tratamiento:
- Evitar la exposición al sol
- No realizar ejercicios intensos durante las primeras 48 horas
- Mantener la piel bien hidratada y aplicar cremas recomendadas por el especialista
- No masajear la zona tratada
¿Cuáles son los resultados esperados?
Los resultados de los Hilos Japoneses son visibles inmediatamente después del procedimiento, aunque mejoran con el tiempo a medida que se produce nuevo colágeno. Los pacientes pueden esperar:
- Piel más firme y levantada
- Mejora de la textura de la piel
- Resultados duraderos, que pueden permanecer de 12 a 18 meses, dependiendo del tipo de piel y el estilo de vida del paciente
¿Cuáles son los beneficios de los Hilos Japoneses?
El tratamiento con Hilos Japoneses ofrece múltiples beneficios:
- No requiere cirugía
- Resultados inmediatos y naturales
- Estimulación de colágeno
- Mínimos efectos secundarios
- No existen alergias ni rechazos
- Indetectable a la palpación y la vista
- Son reabsorbibles y biocompatibles
- El procedimiento es rápido e indoloro y podrás incorporarte a tu vida habitual de forma inmediata
- Realizan una proyección dimensional, sin añadir volumen
- Es compatible con otros tratamientos médico-estéticos
- No existe ningún problema con repetir el tratamiento en el tiempo
¿Con qué especialista acudir?
Para realizar un tratamiento con Hilos Japoneses, es fundamental acudir a un Dermatólogo o un Cirujano Plástico con experiencia en procedimientos estéticos mínimamente invasivos. Estos especialistas están capacitados para evaluar las necesidades específicas de cada paciente y garantizar un tratamiento seguro y efectivo.