¿Qué es?
La Hipertensión Arterial se define como la elevación sostenida de la presión arterial sistólica o diastólica en reposo. En la edad pediátrica se considera una enfermedad con características propias en cuanto al diagnóstico, etiología y manejo.
Esto se debe a que los indicadores de presión arterial son diversos en niños y niñas con base en el sexo, edad y otros factores condicionantes. Se considera que la presencia de Hipertensión en infancias aumenta el riesgo de convertirse en una persona adulta hipertensa.
Síntomas
Debido a que la Hipertensión Arterial en Pediatría se cataloga más como una enfermedad secundaria, no existen síntomas específicos que indiquen la presencia de esta condición.
Pruebas médicas para diagnosticar
La presión arterial en la población pediátrica es variable según la edad y el sexo, además de que aumenta a lo largo del crecimiento y desarrollo corporal. Para llegar a un diagnóstico, se deben hacer distintas mediciones de la presión arterial.
La forma correcta de medir la presión arterial en infancias es en posición erguida, tras un reposo de al menos cinco minutos y con el brazo apoyado para que la parte posterior del codo esté a la altura del corazón. En adolescentes es necesario evitar la ingesta de cafeína y tabaco por al menos 30 minutos previos a la medición.
La medición puede hacerse de tres formas:
- Presión arterial clínica: en un consultorio
- Presión arterial domiciliaria: con equipo en casa
- Monitorización Ambulatoria de la Presión Arterial: mediciones programadas mediante un dispositivo oscilométrico portátil que la persona lleva conectada por un periodo de 24 horas
Además, la persona especialista deberá contemplar los antecedentes familiares y personales, factores de riesgo, ingesta previa de fármacos y deberá realizar una exploración física para confirmar el diagnóstico.
¿Cuáles son las causas?
En la población pediátrica la Hipertensión Arterial suele ser una enfermedad secundaria a otra patología subyacente, por ejemplo:
- Trombosis de la Arteria Renal
- Coartación de Aorta
- Lesión Renal Congénita
- Displasia Broncompulmonar
- Glomerulonefritis
- Cicatrices Renales
- Enfermedad Poliquística
- Estenosis de la Arteria Renal
¿Se puede prevenir?
A pesar de que la Hipertensión Arterial en Pediatría se considera una enfermedad secundaria, algunos mecanismos para prevenir su desarrollo tienen que ver con adoptar hábitos de vida saludables como la Pérdida de Peso, realizar actividad física de manera regular, mejorar la alimentación, reducir la ingesta de sal y atender los casos de Obesidad Infantil.
Tratamientos
El tratamiento de la Hipertensión Arterial se clasifica en farmacológico y no farmacológico. El objetivo general es evitar la progresión de la enfermedad y las complicaciones asociadas. Desde el punto de vista farmacológico, la elección del medicamento ideal dependerá de la causa responsable de la Hipertensión Arterial, así como las características propias de la persona.
En el aspecto no farmacológico, el tratamiento consiste en cambios en el estilo de vida como realizar actividad física, modificar la dieta para reducir el consumo de sal y aumentar la ingesta de potasio, y reducir el Estrés.
¿Qué especialista lo trata?
En caso de presentar algún síntoma o signo de Hipertensión Arterial en niñas, niños y adolescentes, se recomienda acudir con una persona especialista en Pediatría.