Injerto de Hueso Dental

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Escrito por: La redacción de Top Doctors
Creado: 2024-04-04

¿Qué es el Injerto de Hueso Dental?

El Injerto de Hueso Dental es un tratamiento que se emplea en Odontología y Estomatología y en Cirugía Oral y Maxilofacial para que se aumente el tamaño del maxilar o de la mandíbula. De esta manera se podrán colocar Implantes Dentales en pacientes con poco hueso o hueso insuficiente. La anestesia suele ser local, pero el especialista lo acordará con el paciente, en base a sus necesidades personales.


El injerto de hueso dental permite realizar implantes dentales en pacientes con poca base de hueso - Top Doctors

El Injerto de Hueso Dental permite realizar implantes en pacientes con poca base de hueso.

 

¿Por qué se realiza?

El Implante de Hueso Dental se realiza cuando el paciente no dispone de buena base de hueso donde poder colocar un Implante Dental. Colocar un Implante Dental en un paciente sin hueso pocas veces tendrá buenos resultados. Si un implante se realiza con poco hueso y falla, su extracción es mucho más traumática, ya que retirarlo supone perder mucho hueso, dejándolo en una situación peor a la inicial.

 

¿En qué consiste?

Un Injerto de Hueso puede obtenerse del mismo paciente, normalmente de alguna zona de la mandíbula. Sin embargo, en ocasiones se puede usar un injerto de hueso de un donante y también es frecuente utilizar hueso artificial. Si bien el hueso obtenido del mismo paciente es siempre la mejor opción, si el defecto no es muy grande, lo normal es usar hueso artificial para simplificar la cirugía. 


Hay varias formas de colocar el hueso, lo más frecuente es:

  • Membranas que fijan el hueso en la posición deseada
  • Aumento de hueso en el seno maxilar para la zona posterior
  • Injerto de hueso en bloque


Durante la intervención el especialista en Cirugía Oral y Maxilofacial o en Odontología realizará una incisión en la zona donde se debe hacer el injerto, levantando y separando la encía. Entonces colocará el injerto de hueso elegido y lo fijará al maxilar con un tornillo. La zona se recubrirá con una membrana que permitirá que no se pierda el implante y la encía se coserá para que la saliva no infecte la zona.


La integración del injerto de hueso dental depende del tipo de hueso empleado y del tamaño del defecto a tratar. Normalmente el periodo para que el injerto se adapte totalmente es de unos tres-cuatro meses. Si el hueso empleado es artificial o de animal el tiempo puede ser mayor, sobre los seis meses.

 

Preparación para el Injerto de Hueso Dental

Antes de realizar un Implante de Hueso Dental se debe seguir un correcto diagnóstico. Hoy en día es imprescindible realizar un escáner en 3D (CBTC), tanto del maxilar inferior como el superior. Esto permitirá al especialista conocer la altura, la anchura y la calidad del hueso del paciente. También permitirá planificar la cirugía por ordenador. 


Por lo demás, es importante que el paciente siga los consejos del especialista en cuanto a posible medicación a tomar, para que el postoperatorio sea más llevadero.

 

Cuidados tras la intervención

Es normal que, tras la intervención, se inflame un poco la zona y el paciente note molestias. No es necesario un reposo absoluto ni cuidados muy especiales, pero sí que se recomienda limitar el ejercicio físico durante las dos primeras semanas y así evitar la inflamación excesiva de la zona. Sí será importante seguir las recomendaciones del especialista, tomando la medicación adecuada. También deberá adaptarse la dieta las primeras semanas, siendo más blanda.

 

Alternativas a este tratamiento

Si no se puede realizar un injerto de hueso dental tampoco podrán emplearse Implantes Dentales, ya que el paciente no dispone de suficiente base de hueso donde asentarlos. Esto hace que la única alternativa viable para estos pacientes sea el uso de dentadura postiza o Prótesis Removible.


Especialista

Los expertos en realizar un Injerto de Hueso Dental son los Odontólogos y los Cirujanos Bucales y Maxilofaciales.