¿Qué es la Isquemia?
La Isquemia es la reducción del flujo sanguíneo en los tejidos del cuerpo humano que provoca la disminución de la cantidad de oxígeno y nutrientes en la zona afectada: si faltan estos dos elementos fundamentales de las células, las consecuencias sobre los tejidos y los órganos afectados pueden ser muy graves, llegando en ocasiones a la Necrosis. La Isquemia puede surgir en cualquier parte del cuerpo, pero los órganos más afectados suelen ser el Corazón, el Cerebro, el Intestino y los Dedos de las Manos y los Pies.
Síntomas de Isquemia
La sintomatología depende del tejido o el órgano afectado por la Isquemia. Por ejemplo, la Cardiopatía Isquémica se caracteriza por Dolor en el Pecho, dificultad para respirar (Disnea), Náuseas y ritmo cardíaco irregular (Arritmia), mientras que la Isquemia Cerebral provoca una Parálisis o un entumecimiento de la cara y de las extremidades, dificultades visuales y de movilidad, confusión y anomalías en la pupila.
Diagnóstico de la Isquemia
El diagnóstico de la Isquemia empieza con el examen objetivo de los síntomas, seguido de una serie de exámenes instrumentales específicos, como Electrocardiograma, análisis de sangre y Radiografías.
La Isquemia es una reducción del flujo sanguíneo.
¿Cuáles son las causas de la Isquemia?
La Isquemia está provocada por una obstrucción de los vasos arteriales, resultado de Embolias, Trombosis o Traumatismos. Sin embargo, existen algunos factores de riesgo que pueden desencadenar la isquemia más fácilmente, entre otros:
- Alteraciones del ritmo cardíaco
- Trastornos del músculo cardíaco, de las arterias coronarias o de la válvula mitral
- Diabetes
- Hipertensión
- Arterosclerosis
- Hipercolesterolemia
- Obesidad
- Humo
- Edad avanzada
¿Se puede prevenir?
Es difícil decir con seguridad qué se puede hacer para prevenir la aparición de la Isquemia, pero lo que está claro es que se tienen más probabilidades de evitarla si se lleva una vida sana, se practica una actividad física, se sigue una alimentación correcta, y se evita el tabaco y el alcohol.
Tratamientos para la Isquemia
Hay varios tratamientos que suelen utilizarse para restaurar el flujo sanguíneo en los tejidos y los órganos afectados por la Isquemia, como la Angioplastía, el Bypass Arterial o Coronario, y la administración de fármacos trombolíticos. Si el paciente ya ha padecido isquemia es probable que tenga predisposición a sufrir recaídas y por este motivos existen tratamientos preventivos a base de fármacos anticoagulantes y antiagregantes.
¿A qué Especialista hay que dirigirse?
En caso de la Isquemia, hay que dirigirse a Especialistas en Angiología y Cirugía Vascular.