¿Qué es la Proloterapia?
La Proloterapia es una terapia de inyección regenerativa para tratar el Dolor Crónico relacionado con ligamentos, tendones y articulaciones.
¿Por qué se realiza?
Los ligamentos y tendones están formados por tejido conectivo. Su función es estabilizar las articulaciones y unir los músculos a los huesos. De ahí que sea fundamental que los ligamentos y tendones se mantengan sanos.
Como los ligamentos y tendones son tejidos hipovasculares a los que les llega poca sangre, la capacidad propia del cuerpo para reparar los tejidos puede ser limitada. Además, aunque son tejidos semielásticos muy resistentes a la tracción, pueden sufrir lesiones y quedar debilitados por problemas en la biomecánica del cuerpo o el sobreuso (típico en deportistas).
Algunas de las causas o problemas para recibir Proloterapia son:
- Tendinosis de Aquiles
- Tendinosis Rotuliana o Tendinosis cuadricipital
- Bursitis Trocantérica
- Epicondilosis o codo de tenista
- Epitrocleosis o codo de golfista
- Tendinosis del manguito rotador
- Tendinosis del tendón del supraespinoso
- Esguinces Crónicos de tobillo y rodilla
- Rupturas parciales de ligamentos
- Pubalgias (Tendinosis de los aductores o los abdominales)
- Artritis reumatoide
- Artrosis
- Artrosis de rodilla o Ganartrosis
- Artrosis de cadera o coxartrosis
- Fascitis plantar
- Lumbalgia, cervicalgia y dorsalgia
- Cefaleas de origen musculo-tendino-ligamentario
- Disfunción Sacroilíaca
¿En qué consiste?
La Proloterapia consiste en inyectar soluciones regenerativas en los tendones o ligamentos con dolor crónico o debilitados. Dichas sustancias, inyectadas, tienen un efecto irritativo que induce un proceso inflamatorio local, cosa que aumenta el flujo sanguíneo en la zona y atrae distintas células que reparan los tendones o ligamentos que han sido inyectados. Así, con la inyección de sustancias irritantes se desencadena un proceso inflamatorio natural, con la consiguiente estimulación de fibroblastos, lo que conduce a la producción de fibras de colágeno y la reparación de ligamentos, tendones y articulaciones inyectadas.
Tras la inyección el paciente puede notar un aumento de dolor, como consecuencia de la inflamación generada en la zona inyectada. Es normal y el dolor desaparecerá al cabo de los días.
Las sustancias utilizadas para la proloterapia son, fundamentalmente, la Dextrosa Hipertrónica (un azúcar totalmente natural) y el morruato de sodio. Asimismo, también se usa el plasma rico en plaquetas, que se obtiene del propio paciente minutos antes de la aplicación. Este último es un producto con muchas capacidades regenerativas en músculos, tendones, ligamentos y cartílago artícular.
Es interesante destacar la diferencia entre la proloterapia y la infiltración con corticoides:
- La Dextrosa Hipertónica no tiene efecto antiinflamatorio. Lo que hace es estimular una reacción inflamatoria local de forma controlada, para reparar y fortalecer tendones, ligamentos y cartílago de las articulaciones
- Los corticoides, en cambio, tienen un gran efecto antiinflamatorio pero pueden tener un efecto negativo, al debilitar los tendones, ligamentos y cartílago articular
- Aunque en la infiltración con corticoides los efectos iniciales son muy buenos, al aliviar rápidamente el dolor, los efectos a largo plazo son negativos para la estabilidad articular y la salud de las articulaciones
- La Dextrosa Hipertónica busca la curación del paciente y no únicamente disminuir de forma momentánea el dolor, como ocurre con los corticoides
Preparación para la Proloterapia
Previamente a la aplicación de la Proloterapia es necesario hacer un estudio minucioso de los problemas que sufre el paciente. Así, se deberá hacer un buen diagnóstico clínico y por imagen de la causa del dolor. También se debe conocer la ubicación exacta de colocación de la sustancia, por lo que, a veces, será necesario hacerlo con una guía ecográfica.
También es importante tener en cuenta que, junto con la Proloterapia, es necesaria la corrección de factores biomecánicos que indujeron al daño en la articulación, tendón o ligamento: sobrepeso, malas posturas, mala ejecución deportiva, desbalances posturales, etc.
Cuidados tras la intervención
Como se ha mencionado anteriormente, es posible que tras la intervención el paciente note un aumento del dolor, a causa de la inflamación en la región inyectada. El dolor es normal y suele desaparecer al cabo de unos días. No obstante, se suele recomendar a los pacientes que abandonen los antiinflamatorios tras la proloterapia. El especialista recomendará los analgésicos no antiinflamatorios a los que puede recurrir el paciente en caso de dolor.
¿Con quién acudir?
Para realizar la Proloterapia es el Traumatólogo.