Tics

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Escrito por: La redacción de Top Doctors
Creado: 2024-09-12

¿Qué son los Tics?

Los Tics son movimientos o sonidos involuntarios, rápidos y repetitivos que ocurren de manera intermitente. Se clasifican en dos categorías principales: Tics motores y Tics vocales. Pueden ser simples o complejos, dependiendo de su duración y complejidad.

 

Los Tics son más frecuentes en niños de entre 8 y 12 años, y suelen desaparecer en la adolescencia. Pero también hay Tics que afectan a adultos.


 

Tipos de Tics

Según la duración del movimiento pueden ser:

  • Tics Clónicos, que son rápidos y cortos.
  • Tics Distónicos, que son lentos y duran más.
  • Tics Tónicos, que se manifiestan con contracciones isométricas, pero no se acompañan de movimientos.

 

De acuerdo con la zona de afectación pueden ser motores o fónicos, además de poder ser simples y complejos:

  • Tics Motores Simples: movimientos rápidos y breves que afectan a algunos grupos musculares concretos, como parpadeos, encogimientos de hombros o sacudidas de la cabeza, movimientos oculares, de labios o cuello, mandibulares o parpadeos insistentes
  • Tics Motores Complejos: movimientos más coordinados y prolongados que afectan a un grupo de músculos aislados, duran segundos y los movimientos repetitivos son más complejos, como tocar objetos, saltar o girar, inclinar el cuello mientras se elevan los hombros, sacudidas, pequeños sonidos, movimientos intencionados

 

Los sonidos involuntarios que afectan a la musculatura laringofaríngea son los Tics fonatorios, que pueden ser:

  • Tics vocales simples, implican ruidos y sonidos breves y sin significado, tales como soplidos, chasquidos o tos.
  • Tics vocales complejos, que conllevan expresiones más complejas con significado, tales como insultar o imitar frases, a veces inapropiadas o fuera de contexto (coprolalia).


Pronóstico de la enfermedad

El pronóstico de los Tics varía según la persona y el tipo de tic, en la mayoría de casos, no corresponden un problema grave y pueden tratarse mientras el paciente sea consciente de ellos. En muchos casos, los Tics comienzan en la infancia y pueden disminuir o desaparecer con la edad.


Sin embargo, algunos individuos pueden experimentar Tics persistentes que requieren manejo a largo plazo, ya que, algunos pacientes tienen casos aislados de Tics motores o fónicos, pero la mayoría de ellos también desarrollan trastornos neuropsiquiátricos, tales como Trastorno Obsesivo Compulsivo, Déficit de Atención, conductas autistas, además de Depresión y Ansiedad. La identificación temprana y el tratamiento adecuado pueden mejorar significativamente el pronóstico.


Síntomas de los Tics

Los síntomas de los Tics pueden incluir:

  • Movimientos Involuntarios: parpadeos, muecas faciales, sacudidas de cabeza
  • Sonidos Involuntarios: carraspeos, gruñidos, ladridos, palabras repetitivas
  • Comportamientos Compulsivos: tocar objetos, repetir acciones específicas

 

Además, existen sensaciones premonitorias que afectan a la zona donde se producirá el Tic.  Durante un tiempo la persona sufre tensión o ligero dolor en la zona, y se ve en la necesidad de liberarlo, haciendo el tic. Al hacerlo la persona siente cierto alivio por “deshacerse” de esa tensión. No obstante, estas sensaciones premonitorias no se sienten siempre, y solamente podrán suprimirse los Tics si se es consciente de la situación.

 

Los Tics que se hacen crónicos se caracterizan por la presencia de uno o más Tics motores o vocales (no ambos), que duran más de un año. En estos casos puede asociarse un Síndrome de Tourette.


Pruebas médicas para los Tics

El diagnóstico de los Tics se basa principalmente en la observación clínica y el historial médico. Sin embargo, se pueden realizar pruebas adicionales para descartar otras condiciones, como:

  • Evaluación Neurológica: para revisar la función y estructura del cerebro
  • Electroencefalograma (EEG): para medir la actividad eléctrica del cerebro
  • Imágenes por Resonancia Magnética (IRM): para detectar anomalías estructurales en el cerebro
  • Evaluación Psicológica: para identificar posibles trastornos comórbidos, como el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) o el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)


¿Cuáles son las causas de los Tics?

Las causas exactas de los Tics no se comprenden completamente, pero se cree que implican una combinación de factores genéticos y ambientales. Algunos factores de riesgo incluyen:

  • Genética: antecedentes familiares de Tics o trastornos relacionados
  • Desbalances Neuroquímicos: alteraciones en los niveles de neurotransmisores como la dopamina
  • Factores ambientales: Estrés, infecciones, o lesiones cerebrales
  • Condiciones médicas asociadas: Trastorno de Tourette, TDAH, TOC


¿Se pueden prevenir?

La prevención específica de los Tics no es completamente posible debido a su naturaleza genética y neurológica. Sin embargo, ciertos enfoques pueden ayudar a minimizar los desencadenantes y mejorar la calidad de vida:

  • Reducción del Estrés: técnicas de manejo del Estrés, como la meditación y el yoga
  • Ambiente de Apoyo: un entorno comprensivo y libre de presión puede ayudar a reducir la frecuencia e intensidad de los Tics


Tratamientos para los Tics

El tratamiento específico de los Tics dependerá de la gravedad y frecuencia del tic en la persona, y lo más recomendable sería intentar modular los factores estresantes. En caso de ser necesario tratamiento, puede distinguirse en:

  • Tratamiento farmacológico, con fármacos que contrarresten la ansiedad y que incluye: neuroepiléticos clásicos (haloperidol y pimocida), agonistas a2-adrenérgicos (clonidina y guanfacina), benzodiacepinas (clonazepam), neuroepilépticos atípicos (risperidona, aripiprazol, olanzapina y ziprasidona), y toxina botulínica
  • Tratamiento motriz con ejercicios de distensión muscular para reducir la inestabilidad motora que se asocia a algunos tics
  • Tratamiento psicoterapéutico, con el objetivo de reducir la ansiedad y mejorar el control de los tics. La terapia cognitivo conductual ofrece buenos resultados actualmente


¿Qué especialista trata los Tics?

Los Tics son normalmente tratados por el especialista en Neurología, pero también pueden tratarlos los especialistas en Psicología, Psiquiatría, y Psiquiatría Infantil y Adolescente.