¿Qué son las Várices Esofágicas?
Las Várices Esofágicas son venas que se encuentran dilatadas de forma anormal en la parte final del esófago —aunque en ocasiones también se encuentran en la parte superior— por las que pasa sangre que en condiciones normales tendría que pasar a través del hígado.
Estas venas se encentran dilatadas por la resistencia que un hígado enfermo presenta ante el paso de la sangre.
El principal problema de estas Várices es el riesgo de que se rompan, algo que ocurre cuando la presión en el interior de las venas supera la resistencia de su pared, produciéndose importantes Hemorragias que, en algunos casos, pueden causar la muerte.
Pronóstico de las Várices Esofágicas
El de las Várices Esofágicas se trata de un problema serio, ya que no siempre se puede prevenir el sangrado, que es potencialmente mortal.
De hecho, pacientes que han sufrido una Hemorragia tienen muchas más posibilidades de padecer otro episodio de sangrado. A su vez, cabe destacar que hasta una de cada tres recaídas son mortales.
A las Várices Esofágicas se asocian otra clase de trastornos, como renales, cardiovasculares, inmunitarios o hasta respiratorios.
Síntomas de las Várices Esofágicas
Las Várices Esofágicas no tienen una sintomatología específica, y en muchas ocasiones no presenta signos, a excepción del sangrado. Los síntomas de las Várices Esofágicas sangrantes son los siguientes:
- Vómitos
- Vómitos acompañados de una gran cantidad de sangre
- Sensación de estar aturdido
- Heces negras
- En casos graves, puede darse una pérdida de conocimiento
A su vez, el especialista puede sospechar de la existencia de varices esofágicas en el caso de que se noten signos de padecer una Enfermedad Hepática, como podría ser una coloración amarillenta de la piel y del “blanco” de los ojos, conociéndose esto como Ictericia; una tendencia al sangrado, así como a la formación de Hematomas y la acumulación de tejido en el abdomen.
Imagen de una vena bloqueada en caso de Várices Esofágicas obtenida a través del endoscopio.
Pruebas médicas para las Várices Esofágicas
Las principales pruebas médicas que se llevan a cabo para detectar la presencia o diagnosticar las varices esofágicas son las siguientes:
- Examen con endoscopio: a través del endoscopio se buscan venas dilatadas, manchas o puntos rojos, que son indicios de sangrado
- Pruebas de diagnóstico por imagen: son las exploraciones a través de Tomografía Computarizada (TAC), Ecografías, Ecografía Doppler
- Cápsula Endoscópica: en este examen, el paciente ingiere una cápsula dotada de una micro cámara que fotografiará el esófago a medida que baja por el tubo digestivo
¿Cuáles son las causas de las Várices Esofágicas?
Las Várices Esofágicas se forman en ocasiones cuando el flujo de la sangre que va hacia el hígado se ve obstruido, con frecuencia por el tejido cicatricial presente en el hígado y originado por alguna Enfermedad Hepática. De esta forma, el flujo sanguíneo aumenta su presión dentro de la vena que lleva la sangre hacia el hígado.
Esta presión hace que la sangre busque otros lugares de pasos por venas más pequeñas, hinchándose estas venas por la cantidad de sangre adicional, pudiendo ceder y estallar en ciertas ocasiones.
Algunas causas son:
- Cicatrización hepática aguda, Cirrosis: algunas Enfermedades Hepáticas pueden causar Cirrosis, como la infección por Hepatitis, Cirrosis Alcohólica, Hígado Graso
- Coágulos sanguíneos, Trombosis: un coágulo sanguíneo puede causar la formación de Várices Esofágicas
- Parasitosis: la Esquistosomiasis es una Parasitosis que puede dañar hígado, pulmones, intestino y vejiga
¿Se pueden prevenir las Várices Esofágicas?
A día de hoy no existe un tratamiento específico para prevenir la aparición de esta enfermedad en personas con Enfermedad Hepática, aunque betabloqueantes han resultado ser eficaces en la prevención del sangrado en personas con Várices Esofágicas, aunque no previenen la formación de las Várices como tal.
Algunas maneras de mantener el hígado y la función hepática sanos son las siguientes:
- Evitar el consumo de alcohol
- Mantener una dieta equilibrada y saludable
- Mantener un peso normal y saludable
- Reducir el riesgo de enfermar por Hepatitis
- Utilizar químicos (domésticos o en trabajo) con moderación y precaución
Tratamiento para las Várices Esofágicas
Como se comentaba anteriormente, el principal objetivo del tratamiento para las Várices Esofágicas se basa principalmente en prevenir el sangrado, ya que este es potencialmente mortal. En el caso de que se produzca un sangrado, existen formas para tratar de detenerlo.
- Tratamientos para evitar el sangrado
- Medicamentos que reducen la presión
- Uso de bandas elásticas para comprimir venas con sangrado
- Tratamiento en casos de Hemorragia: el tratamiento inmediato en estos casos se antoja fundamental. Los tratamientos que se utilizan para interrumpir el sangrado y tratar de revertir los efectos de la pérdida sanguínea son los siguientes:
- Uso de bandas el elásticas para atar venas que sangren
- Medicamentos que ralentizan el flujo sanguíneo hacia la vena porta
- Desviar el flujo sanguíneo fuera de la vena porta
- Restaurar el volumen sanguíneo, quizá a través de una transfusión
- Prevenir la infección del sangrado a través de antibióticos
- Trasplante de Hígado
¿Qué especialista trata las Várices Esofágicas?
El especialista encargado de diagnosticar y tratar problemas de Várices Esofágicas es el especialista en Gastroenterología.